Un plato que representa la calidez de la cocina hogareña, ideal para los días fríos y perfecto para compartir en familia. Un guiso lleno de historia y sabor que siempre deja a todos satisfechos.
Una receta que siempre queda bien, fácil de hacer y muy sabrosa. Es de esos platos que "se hacen solos" y que funcionan tanto para una comida para uno como para cuando hay invitados.