El primer viaje de Cristóbal Colón reveló un continente desconocido para los europeos e inauguró una era de exploración que transformaría el mundo.
Aunque parezca mentira, Colón nunca comprendió que había descubierto un nuevo continente y murió convencido de haber llegado al Extremo Oriente, en Asia.
Después de haber logrado financiamiento por parte de los Reyes Católicos, Colón zarpó del Puerto de Palos de la Frontera, en España, y se dirigió hacia el oeste.
Quería encontrar una nueva ruta hacia Japón y China pero, al avanzar sobre el océano Atlántico dio con un nuevo continente luego bautizado como América.

Cuál fue el primer lugar que se descubrió en Latinoamérica
La expedición comenzó el 3 de agosto de 1492, cuando Colón zarpó del puerto de Palos de la Frontera con tres embarcaciones: la Santa María, la Niña y la Pinta. Este viaje tenía como objetivo encontrar una nueva ruta hacia Asia navegando hacia el oeste, en vez de hacia el este. Es decir, Colón quería llegar a Cipango (Japón) y Catay (China).
El proyecto había enfrentado múltiples obstáculos desde su concepción. Inicialmente rechazado por el rey portugués Juan II, Colón presentó su propuesta a los Reyes Católicos, quienes finalmente la aceptaron tras la firma de las Capitulaciones de Santa Fe en abril de 1492. El documento otorgaba al navegante títulos como Almirante y Virrey hereditario sobre las tierras descubiertas.
Durante el viaje, las embarcaciones hicieron escala en las islas Canarias para reparar el timón de la Pinta antes de adentrarse en el Atlántico. La travesía estuvo marcada por la incertidumbre y las tensiones entre la tripulación, que incluso llegó a amotinarse. Sin embargo, la determinación de Colón y el liderazgo de Martín Alonso Pinzón lograron mantener el orden.
La madrugada del 12 de octubre de 1492, Rodrigo de Triana avistó tierra desde la Pinta. No era territorio asiático, como el Almirante esperaba. La expedición había llegado a Guanahaní, una isla del actual archipiélago de las Bahamas, conocida como Waitling y a la que él bautizó como San Salvador. Investigaciones recientes, sin embargo, dicen que la primera isla a la que llegó fue Cayo Samana, en el mismo archipiélago.
El periplo continuó por otras islas de las Bahamas, como Rum Cay, Long Island y Crooked Island, rebautizadas Concepción, Fernandina e Isabela. El 28 de octubre, la expedición por fin tocó tierra en una playa de Cuba, isla a la que llamó Juana, en honor al primogénito de los Reyes Católicos, de nombre Juan.
Según las descripciones disponibles, el lugar del primer desembarco que podría considerarse latinoamericano fue la zona de Bariay, ubicada en el municipio de Rafael Freyre, en la provincia de Holguín, nombrado en su momento por el propio Almirante como puerto de San Salvador.
Allí fue donde Colón pronunció aquella frase que ha pasado a la historia: “La tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto”.

Los registros históricos señalan que entre el 28 de octubre y el 5 de noviembre de 1492 las naves se movieron por la costa oriental de Cuba. Como parte de las labores de exploración, el 2 de noviembre Colón designó a dos de sus hombres para que, durante seis días, se internasen en el actual territorio cubano.
El almirante describió el paisaje cubano como “lleno de árboles”. En sus anotaciones hay alusiones a ríos y hermosos árboles verdes con frutos. Asimismo, hizo énfasis en los sonidos producidos por el canto de las aves.
Claro que Colón también encontró asentamientos humanos. En su diario registró su ingreso a dos casas que creyó eran de pescadores. En una de ellas encontró a un perro que nunca ladró y en ambas había redes de hilo de palma y cordeles y anzuelos.
En ese lugar, el Almirante creyó que estaba a solo diez días de viaje de Cathay, en China. Al no encontrar ninguna riqueza, se inclinó a pensar de que Cuba era en realidad parte de la tierra firme continental y que Cipango debía estar hacia el sudeste.
Impaciente por encontrar riquezas materiales, Colón izó velas en diciembre y descubrió la isla La Española (actual República Dominicana y Haití). En la nochebuena de 1492, naufragó la Santa María, al norte de La Española. Con los restos de la nave, Colón ordenó la construcción del fuerte La Navidad, el primer asentamiento español en América.
Colón dejó allí a 39 hombres con el fin de mantener las relaciones amistosas con los isleños y buscar minas de oro. El 4 de enero, dio la orden de regresar a Europa. Junto a los españoles se embarcaron algunos indígenas, papagayos, pavos, productos de la tierra y objetos exóticos. De esta manera, terminaba su primer viaje.
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