Los sorrentinos llevan mucho más relleno que los ravioles, así nos gusta a los argentinos: doble relleno y con mucho queso. En vez del relleno tradicional, esta receta es para prepararlos de calabaza. Es mejor asarla que hervirla para que no chupe agua e intensifique el sabor. Si bien prepararlos desde cero requiere algo de paciencia, la recompensa es un plato casero con un sabor inigualable. Esta receta es de @pastasciutta.ba.
Para la masa: hacer un aro con la harina e incorporar en el centro todos los ingredientes (aceite y huevos) y comenzar a integrar todo, cuando sea necesario, de a poco incorporar agua. Una vez toda la harina integrada con los líquidos, amasar 15 minutos. La masa tiene que quedar lisa, con cuerpo. Dejarla descansar por media hora.
Para el relleno: asar las calabazas en el horno. Cortar a la mitad, sacar las semillas y dejar con la cáscara. Condimentar con oliva, especias, ajo, hierbas frescas y salpimentar. Cocinar hasta que estén tiernas y con este tipo de cocción se genera ¡mucho sabor!
Mientras tanto, saltear una cebollita de verdeo, apenas un rehogado, para que no pierda su color. Rallar la mozzarella, o puede ser reemplazada por otro queso. Cuando se tenga todo listo y la calabaza esté fría, armar el puré e incorporar la cebolla y la mozzarella. Extraer toda el agua de la calabaza.
Para el armado: estirar la masa, con palote o a máquina, hasta llegar a un espesor fino, pero no translúcido. Colocar la masa sobre el molde de sorrentinos, rellenar con cuchara o manga, pintar los bordes con agua y tapar con otra masa. Pasar el palote por arriba para que se puedan cortar los sorrentinos. Llevar al frío.
Para la cocción, dos datos importantes: abundante agua y espacio en la olla. Hervir el agua, cuando llego al punto de hervor agregar las pastas. Revolver para que no decanten en el fondo de la olla y sacar a los 4 minutos si la pasta está fresca. Si está congelada, 6 a 7 minutos.
Servir con aceite de oliva o con la salsa deseada.