Cuando terminás de cortar el pasto, es común pensar en embolsarlo y tirarlo. Lo mismo sucede con las hojas secas. Pero lo que muchos desconocen es que ese "descarte verde" es en realidad una fuente valiosísima de nutrientes.
Con algunas prácticas simples, podés transformarlo en un aliado clave para mejorar la salud de tu jardín y hasta ahorrar en productos de jardinería.
A continuación, te mostramos tres formas sencillas de reutilizar el césped cortado para que tu patio luzca verde, sano y sustentable todo el año.
Cómo reutilizar el pasto
1. Compost: una bomba de nitrógeno para tus plantas
El pasto cortado tiene un alto contenido de nitrógeno, lo que lo convierte en un ingrediente ideal para acelerar el proceso de compostaje.
Al combinarlo con materiales secos como hojas caídas, ramas finas o cartón sin tinta, se logra un abono equilibrado que no genera malos olores.

¿Cómo hacerlo en casa?
- Alterná capas de césped con materiales secos.
- Usá un compostador o una bolsa de jardín resistente.
- Remové cada una o dos semanas para oxigenar.
- En unos 3 o 4 meses, vas a tener compost listo para usar en tus plantas.
Este abono casero mejora la estructura del suelo y estimula el crecimiento natural de tus cultivos y flores.

2. Mantillo natural: retené la humedad y evitá malezas
También podés usar el césped como acolchado o mulch, es decir, colocarlo alrededor de las plantas como una capa protectora.
Beneficios clave:
- Reduce la evaporación del agua.
- Disminuye el crecimiento de yuyos.
- Protege el suelo de cambios bruscos de temperatura.
- Evita que la lluvia erosione la tierra.
Es importante tener en cuenta que la capa debe ser fina y estar ligeramente seca para evitar fermentaciones.
3. Usos complementarios: fertilizante líquido y aislante natural
Hay formas creativas de seguir aprovechando el pasto más allá del compost:
- Té de césped: dejá recortes de pasto en un balde con agua al sol durante 3-5 días. Usá ese líquido para regar tus plantas, y vas a estar dándoles un fertilizante natural.
- Aislante contra heladas: durante el invierno, poné una capa de césped seco en la base de plantas sensibles para conservar el calor del suelo.
- Dato extra: si el pasto no tiene químicos, podés dárselo seco a gallinas o conejos como suplemento alimenticio.
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