Con la llegada del otoño, los árboles de tu vereda o jardín se desprenden lentamente de sus hojas secas. Esa alfombra crujiente que cubre el piso parece basura producida por el cambio de estación. Pero para quienes conocen los secretos del jardín, esas hojas esconden un potencial enorme y los expertos en jardinería las utilizan haciendo un truco sencillo.
Lo que muchos tiran o barren sin pensar, los expertos en jardinería lo conservan como un recurso clave. Estas hojas, que cayeron por un proceso natural de protección del propio árbol, pueden convertirse en un escudo para el suelo, una fuente de nutrientes y un abrigo para las raíces. Y lo mejor es que el truco para usarlas es simple, práctico y podés aplicarlo ya mismo en tu jardín o macetas.
El truco de los jardineros: cómo aprovechar las hojas caídas en otoño
En lugar de embolsarlas o prenderlas fuego, los jardineros recomiendan triturarlas y esparcirlas sobre la tierra. Este “acolchado natural” actúa como aislante térmico, protegiendo las raíces del frío y ayudando a retener la humedad, lo cual es fundamental en temporadas secas.
Además, al descomponerse, las hojas alimentan el suelo con materia orgánica y activan la vida de lombrices y microorganismos beneficiosos. También podés usarlas para hacer compost: mezclalas con restos de frutas, cáscaras de huevo y yerba mate usada, y en unas semanas tendrás un abono riquísimo para tus plantas.
Si vas a sembrar nuevas plantas, colocá una capa de hojas trituradas sobre la tierra una vez que germinen. Ayudará a mantener la temperatura del suelo y aportará nutrientes de forma gradual. Este pequeño truco, simple, pero estratégico, es el secreto que muchos jardineros ya están aplicando este otoño.

¿Por qué los árboles pierden sus hojas?
Durante el otoño, los días más cortos y la baja intensidad solar hacen que los árboles reduzcan su actividad de fotosíntesis. Como mecanismo de defensa, forman una especie de "tapón" en la base de cada hoja, cortando el suministro de agua y nutrientes. Así, las hojas se secan y caen, cumpliendo un ciclo natural de descanso y renovación.

Este fenómeno, más allá de su belleza visual, es clave para el ecosistema. Las hojas secas no solo indican que el árbol está conservando energía para el invierno, sino que también ofrecen una oportunidad única para mejorar la calidad del suelo, si sabemos cómo reutilizarlas correctamente.
Mirá también
Newsletter Clarín
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas especializados
QUIERO RECIBIRLO