Tener un ficus en casa es una excelente manera de sumar verde y frescura a cualquier ambiente. Pero para que realmente luzca en su esplendor cuando llegue la primavera, es fundamental acompañarlo con cuidados puntuales. Uno de los más importantes —y muchas veces olvidado— es la poda.
Especialistas en jardinería explican que no se trata solo de “cortar por cortar”. Podar una planta en maceta requiere atención, buen timing y algunas técnicas básicas que podés aplicar incluso si no sos un experto. Acá te contamos cómo hacerlo bien para que tu planta se vea increíble durante la temporada de flores.
¿Por qué es importante podar el ficus?
La poda cumple un rol clave en el desarrollo saludable de cualquier planta, y el ficus no es la excepción. En especial cuando está en maceta, donde el espacio es más limitado, esta práctica ayuda a:
- Estimular el crecimiento de nuevos brotes.
- Mantener una forma armónica y decorativa.
- Mejorar la aireación del follaje.
- Optimizar el uso del espacio, evitando que se vuelva invasivo o desordenado.

Además, retirar ramas enfermas o dañadas previene la aparición de plagas y evita que la planta gaste energía en mantener partes que ya no sirven.
¿Cuándo hay que podar el ficus?
El momento ideal para podar un ficus es durante la primavera o a comienzos del verano, cuando la planta está en pleno crecimiento vegetativo. Es decir, justo cuando comienza a activarse después del descanso invernal.
Evitá podarlo en invierno: durante esa época está en reposo y una intervención puede debilitarla o generar estrés innecesario.

Paso a paso: cómo podar correctamente un ficus
1. Inspeccioná bien la planta
Antes de cortar cualquier rama, observá con atención. Identificá hojas marchitas, ramas secas, torcidas o que crecen en direcciones que no favorecen la estética ni la salud del ficus.
2. Cortá ramas muertas o dañadas
Usá tijeras de podar bien afiladas y limpias. Hacé los cortes lo más cerca posible de la base de la rama para evitar que queden “cabos sueltos” que acumulen hongos o bacterias.
3. Aclarado del follaje
Retirá algunas ramas internas para que la luz y el aire lleguen mejor a toda la planta. Este paso es clave para evitar el moho y mejorar la salud del follaje.
4. Controlá el tamaño
Si el ficus está muy grande o desordenado, recortá las ramas superiores y laterales. Hacelo siempre por encima de un nudo o brote, ya que eso estimula el crecimiento de nuevas ramificaciones.
5. Definí una forma
Podés optar por un diseño redondeado o piramidal, según tu gusto. Lo importante es cortar lo que sobresalga del contorno general para lograr una estética más prolija y atractiva.
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