Bien conocida por sus pueblos construidos sobre el mar Mediterráneo, como Cadaqués o Sitges, y por su icónica gran ciudad, Barcelona, Cataluña también es una comunidad que abarca montañas y bosques.
El Espacio Natural Protegido del Collsacabra es uno de los lugares para conectarse con la naturaleza a una hora y media de Barcelona.
Allí, destaca la cascada más alta de la región y una de las menos conocidas de toda España. Luego de las lluvias, los torrentes que corren desde la sierra de Collscabra alimentan este salto de agua.
Para llegar hasta allí hay que atravesar un pequeño pueblo de aires medievales que bien vale la pena conocer antes de iniciar la caminata entre la naturaleza.
La cascada más alta de Cataluña está en un pueblo turístico imperdible
El paseo comienza al dejar el coche en el parking del pueblo de Rupit, ubicado entre Vic y Olot. En lo alto de la gran peña rocosa están los restos de un castillo del siglo X, y un conjunto de masías, que forman la aldea de Pruit, ahora unida a Rupit en un mismo ayuntamiento, con 281 habitantes.
Las casitas rústicas de los siglos XVI y XVII surgen entre bosques y montañas. En el pueblo destacan la iglesia de Sant Miquel, de estilo barroco, el puente colgante, construido en 1945, y los molinos harineros del siglo X.
Otros lugares dignos de una visita son la Plaza de los Caballeros, antiguo punto de encuentro de la gente distinguida y buen lugar para un vermú, la casa del boticario, la notaría Soler y la antigua Ferrería.

Desde la Plaza Mayor parten varios senderos. Uno de ellos, por cierto, el de mayor dificultad, lleva al Salt de Sallent, la cascada más alta de Cataluña. Es la ruta clásica, desde Rupit, para bajar al salto de agua siguiendo el curso de la riera.
Por este camino, de una hora de recorrido aproximadamente, se atraviesan bonitos bosques y se llega hasta el Salt de Sallent. La recompensa al esfuerzo son unas magníficas vistas de Collsacabra.

Las aguas que caen en dos tramos desde unos 115 metros provienen de la riera de Rupit, un afluente del rio Ter. Como dijimos, en época de lluvias, llegan los torrentes desde la sierra de Collscabra, que abarca las comarcas de Osona, la Garrotxa y la Selva.
El itinerario de la riera también lleva hasta la ermita de Santa Magdalena, construida encima de una roca alrededor de 1660. Es un buen lugar para hacer un picnic o sentarse a escuchar el rumor de las hojas de los árboles.

De regreso en el pueblo, para recuperar fuerzas, nada mejor que probar su comida casera, de montaña, en sus restaurantes como El Coll, El Genet o Can Sallent. O ir hasta sus tiendas para comprar embutidos o dulces. Si la idea es pasar la noche, l`Hostal Estrella y la casa rural Mas El Coll son algunas de las opciones para recomendar.
Los mejores momentos para conocer Rupit son la época de lluvias (abril a mayo) para ver el Salt de Sallent en su máximo esplendor. Y para quienes no le temen al frío, Navidad, ya que el pueblo destaca por su pesebre viviente.
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