window.addEventListener('keydown', function(e) { if(e.key === 'Escape'){ e.preventDefault() } });
Noticias hoy
    En vivo

      Evelyn Botto: con terapia superó miedos y prejuicios y ahora está lista para hacer de villana en teatro

      • Es locutora y conductora. Está en dos programas de streaming en Olga.
      • Sus ganas de enamorarse.

      Evelyn Botto: con terapia superó miedos y prejuicios y ahora está lista para hacer de villana en teatroEvelyn Botto es locutora y conductora. Foto: Ariel Grinberg.

      Evelyn Botto no para. Reparte sus días entre los streamings de Olga - Tapados de laburo y Mi primo es así- , las grabaciones en off para ESPN, donde es la locutora femenina oficial, y los ensayos de La Sirenita, la obra basada en la película de Disney que se verá en el teatro Gran Rex, donde encarnará a la villana Úrsula.

      Todavía no puede creer cuánto le cambió la vida en el último tiempo. Para bien, claro. Con grandes desafíos y proyectos. Nunca lo imaginó.

      Ahora está sentada en un bar de Palermo. Algo cansada por el ajetreo diario y con las emociones a flor de piel. Está feliz y plena, pero también revela que se agobia e hiperventila: “Por momentos, siento que es mucha responsabilidad actuar en el teatro. Siempre pienso que hay alguien que puede hacerlo mejor que yo. Por suerte, gracias a terapia, estoy teniendo un diálogo más saludable conmigo misma y entendí que si me eligieron es por algo. Me lo repito y también trato de destacar mis cualidades positivas, porque para decirme cosas malas soy bárbara”, ite en el comienzo de la charla.

      Evelyn tiene 33 años, es hincha de Boca y “full” Morón, remarca, aunque nació en Castelar. Cuenta con más de medio millón de seguidores en Instagram. Está soltera y vive con su perro salchicha al que apodó Freddie, por Mercury, el inolvidable cantante de Queen.

      Andy Kusnetzoff es un tipazo y le agradezco todo mi presente. Me enseñó todos los trucos de la radio

      Evelyn BottoLocutora y conductora

      Dueña de una voz potente y bella, se muestra con ganas de hablar y contar su historia. Tiene en claro cuándo cambió su suerte, aquel momento en que “la vieron” y su vida dio un giro y se hizo conocida.

      “Sin duda, fue por trabajar en Perros de la calle, en Urbana Play. Yo vengo haciendo radio y trabajo de hormiguita desde los 18 años. Laburé con tipos mucho más grandes que yo y eso me curtió. Aprendí a hablar rápido; a no dejar bache frente al micrófono. De cada trabajo me fui llevando herramientas”, explica.

      “El primer año de Perros fue en la Metro por zoom. Era en 2020. Después pasamos a Urbana Play. Iba a hacer una cosa chiquita y pasé a estar en un lugar muy destacado. Costó al principio, porque de repente me metí con monstruos como Lizy (Tagliani) y con Andy (Kusnetzoff), dos megas figuras de la televisión. Entré a jugar en las grandes ligas, digamos”, subraya.

      -Ahora estás en Olga, pero pareciera que quedó todo bien con Andy, ¿no?

      -Sí, elegí irme porque estaba cansada de lo periodístico. Lo mío es más el humor, los chistes. Antes de que me fuera, Andy me dijo: “Quiero que terminemos bien. Quiero estar feliz por vos y vos estar feliz por mí y que nos encontremos y nos abracemos”. Es un tipazo y le agradezco todo mi presente. Más allá de que yo venía laburando y me preparé, él me terminó de formar como profesional. Fue una gran mano. Me enseñó todos los trucos de la radio en esos cinco años. Fue una escuelaza.

      Evelyn como la villana Úrsula de La sirenita. Debuta en 5 de junio en el teatro Gran Rex. Evelyn como la villana Úrsula de La sirenita. Debuta en 5 de junio en el teatro Gran Rex.

      -¿Dónde más te fogueaste?

      -Dani La Chepi me dio una mano muy grande, también. Trabajé con ella en el teatro, haciéndole las redes sociales, el vestuario, lo que necesitara. La amo porque me ayudó mucho. Después estuve en Peligro sin codificar y en MTV hasta que apareció lo de la Metro. Entré justo cuando estaba en pleno duelo por la muerte de mi mamá (se emociona). Todo fue muy movilizante.

      -¿Tu mamá murió de golpe?

      -Sí, en el transcurso de un par de meses. Un día de abril de 2018 le dijeron que tenía leucemia y en noviembre de ese año, murió. Fue duro, pero uno sigue. De golpe, me estaba pasando algo bueno que era estar en Perros y a la vez me empezaron a pasar cosas fuertes internas. No entendía por qué estaba tan enojada y era un boicot constante conmigo. Me peleaba con todo el mundo. Después tuve un ofrecimiento de cantar con Fito Páez, que era algo alucinante y para alegrarse y yo no lo disfrutaba. Entonces arranqué terapia. Empecé un largo recorrido terapéutico.

      -¿Te llevabas bien con tu mamá?

      -Chocábamos bastante y peleábamos. Pero fue una madraza. Tuvo que salir a laburar de chica por necesidad. No terminó el colegio. Andaba con bolsones gigantes vendiendo ropa. Siempre estuvo para mí y hoy la siento cerca. Hay una parte de mi vieja que está conmigo.

      Me jodían por mi peso en el colegio y aprendí a ser graciosa para sobrevivir a eso,

      Evelyn BottoLocutora y conductora

      -¿Cómo fue tu infancia ?

      -Muy linda, jugaba con Barbies... Era medio caradura, de parame en lugares públicos y ponerme a cantar. Mi viejo siempre recuerda una anécdota en Mar del Plata. Era muy común que yo me perdiera en la playa. Y una vez, que no me encontraban, aparecí cantando arriba de un tacho. Sola, como una loca (ríe). Ya en el colegio leía de corrido y me convocaban para los actos. Un poco interpretaba.

      -¿La pasaste bien en esa época?

      -Me jodían por mi peso. Siempre pesé un poco más que el resto, pero éramos varias en esa. Ahí aprendí a ser graciosa, porque me di cuenta de que no me iban a elegir por mis atributos. ¡Y no sabés cómo valoro haber tenido que laburar el humor en el colegio porque mi personalidad se forjó en esa época! Esos recursos me sirvieron para sobrevivir y hoy son parte de mi trabajo.

      -¿Sufriste mucho de chica por lo físico?

      -Sí, porque para mí era lo único que había. No me gustaba mi cuerpo. Me sentía mal, insegura. Si alguien me daba bola decía: “Tengo que aprovechar esto; lo que venga”. Horrible. El trabajo que estoy haciendo ahora es tratar de mirarme con cariño y sentirme súper bien con lo que tengo. Entendí que todo tiene que ver con la actitud.

      Evelyn Botto en el canal de streaming Olga. Evelyn Botto en el canal de streaming Olga.

      -¿Cómo y cuándo arranca el amor por la radio?

      -En la escuela, también. En Nuestra Señora del buen viaje, un colegio parroquial de Morón. Tenía radio en octavo año, que sería como segundo de ahora. Dije: “Che, esto me gusta”. Y ahí consulté qué tenía que hacer para trabajar en radio y me dijeron locución. Me recibí en el ISEC (Instituto Sudamericano para la Enseñanza de la Comunicación).

      - Y ahora girás a lo artístico, ¿estudiaste teatro también? ¿Cómo te llega hacer de Úrsula?

      -Nunca estudié teatro. Úrsula me llega a mitad de noviembre del año pasado. Me llaman de Ozono, una de las productoras junto a MP y a los Rottenberg: “Estamos haciendo un casting para Úrsula, de La Sirenita ¿quería saber si querías castear?” “Por supuesto”, contesté. Tuve quince días para prepararlo y le puse todo. Tuve profe de canto, foniatra... Y me la empecé a creer, recitando el texto, mirándome al espejo... Y me empecé a ilusionar.

      -¿Te dio miedo al principio?

      -Obvio. Porque como te decía antes, para el afuera lo que te pasa es espectacular, pero quizás vos la pasás como el orto. La previa es un dolor de huevos. Igual, aprendí a hacer las cosas con miedo, pero hacerlas. Y me acostumbré a vivir. Y bueno, a la semana de castear, me dijeron que había quedado. Me avisó mi manager. Yo justo estaba dejando de trabajar en Urbana. Recuerdo que empecé a caminar por el estudio. Y cuando me cayó la ficha, me agarró un ataque de llanto que no podía parar. Todavía no lo puede creer. En la obra está también Albana Fuentes, Osvaldo Laport, José María Listorti, Pablo Turturiello y Valentín Zaninelli. El día del estreno (5 de junio) me voy a morir. Saldré a escena, pero por dentro me voy a estar muriendo. Vuelo en la obra, me cuelgan de un arnés... ¡Es una locura!

      De chica me hicieron creer que calificabas de acuerdo a cómo era tu cuerpo

      Evelyn BottoLocutora y conductora

      -Úrsula es bien pulposa y tus dotes van genial. Pero, ¿pensaste en reducirte las lolas alguna vez?

      -Sí, lo re pensé y lo pienso, pero me da miedo. Tengo 114 de busto. Me da miedo el bisturí. Capaz lo haga en algún momento. Mientras me la banco y las disfruto (risas). Para Úrsula, como decís, me vienen bárbaro porque ella está toda escotada.

      -¿Un sueño que tengas?

      -Tengo uno fantástico y es que nuestra puesta de La Sirenita sea tan copada que la quieran llevar a Broadway. Me encantaría trabajar afuera. Úrsula es una drag queen, así que la voy a componer poniéndole todo lo que conozco de mis amigos de la comunidad de LGBT, más posturas, entretenimiento, glamour, locura y mi parte locutora. Todo junto.

      -¿Y tenés ganas de estar en pareja o no hay tiempo para el amor?

      -La verdad, requiere de mucha energía conocer a alguien nuevo. Me pasa ahora que estoy haciendo mucha terapia y estoy de verdad valorándome a mí y me doy cuenta de que mi tiempo es muy importante. Entonces, si lo voy a gastar en alguien, quiero estar segura de que va a ser agradable. Si no, me bajo rápido. Pero ando con ganas de enamorarme un poco. Hace siete años que estoy soltera. Pero fueron siete años donde no paré de trabajar también. Justamente me separé de mi último novio porque el fuego de mi carrera me quemó mucho más.

      Evelyn Botto en una plaza de Palermo. Foto: Ariel Grinberg.  Evelyn Botto en una plaza de Palermo. Foto: Ariel Grinberg.

      -¿Qué te da miedo?

      - Sentir dolor físico, soy muy cagona...

      -¿Qué te gustaría cambiar de vos?

      -Me gustaría tener más disciplina. Y, también, no andar postergando cosas como unos estudios médicos que me tengo que hacer. Por suerte, esta semana arranqué con una kinesióloga, porque vengo con un dolor de rodillas desde hace meses. Me gustaría ser más prolija con la alimentación y con el sueño. Poder dormir bien.

      -¿Y venís mejor con manejar el propio boicot?

      -Sí, eso tiene que ver con el merecimiento. De chica me hicieron creer que calificabas de acuerdo a cómo era tu cuerpo. Recuerdo alguna que otra frase desafortunada de mi mamá. Ella me crió con las herramientas que tuvo. La cosa era algo así como que, por ser gorda, capaz que no me merecía ciertas cosas o que me fuera bien. Entonces, a partir de ahí, empecé a construir un no disfrute que tenía que ver con volver a esa creencia. Por eso, hacía algo para cortar un momento bueno o arruinarlo. Hace un tiempo empecé a identificar esos actos de boicot: responderle mal a alguien o llegar tarde a un lugar. Entonces, freno, lo desgloso y digo: “No, esto es parte del patrón que yo ya tengo instalado. Estoy tratando de quitarme algo bueno a propósito”. Y ahí hago toda una vuelta hasta llegar a un lugar de placer. Aprendí a no boicotearme tanto y estoy contenta de ese laburo y poder disfrutarlo.


      Sobre la firma

      Silvina Demare
      Silvina Demare

      Redactora de la sección Viva. [email protected]

      Bio completa