La actividad solar nos ha vuelto a recordar su poder con una llamarada solar de clase X1.1, registrada el 28 de marzo de 2025. Esta erupción, catalogada como un evento R3 (fuerte) en la escala NOAA, provino de la región de manchas solares 4046, recientemente visible en el borde oriental del Sol.
A view of today's X1 (R3) flare in GOES-16 imagery at the 304A wavelength (courtesy of jhelioviewer) shows the blast of solar material associated with the flare. The CME is likely directed not Earth-directed; however analyses continues to be sure of no flanking influences. pic.twitter.com/xggvYz3Pb0
— NOAA Space Weather Prediction Center (@NWSSWPC) March 28, 2025
Este fenómeno explosivo ha generado una fuerte emisión de rayos X asociado con una erupción de filamento, lo que sugiere la expulsión de una gran cantidad de material solar al espacio.
Imágenes captadas por GOES-16 y el observatorio SOHO/LASCO muestran con claridad la eyección de masa coronal (CME).
Impacto en las comunicaciones terrestres
Las llamaradas solares de esta magnitud pueden generar apagones de radio en frecuencias altas (HF) en la cara diurna de la Tierra. En este caso, el apagón duró aproximadamente una hora y afectó principalmente regiones ecuatoriales y tropicales, según los datos de absorción de rayos X.

Los s de radio de alta frecuencia experimentaron interrupciones o pérdida total de señal en las bandas de comunicación utilizadas por la aviación y los servicios marítimos. Este tipo de eventos también pueden tener repercusiones en los sistemas de navegación y afectar satélites sensibles a la radiación solar.
Si bien esta llamarada en particular no representa un peligro inminente para la Tierra, la región activa 4046 apenas está rotando hacia el centro del disco solar, lo que significa que próximas erupciones podrían estar dirigidas hacia nuestro planeta.

Los astrónomos y meteorólogos espaciales seguirán monitoreando su actividad para determinar el posible impacto de futuras eyecciones de masa coronal. En caso de que una de estas erupciones esté dirigida a la Tierra, podría causar tormentas geomagnéticas, afectando redes eléctricas, satélites y sistemas GPS.
Para mantenerse informados sobre el clima espacial, se recomienda seguir las actualizaciones del Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA y el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA.
Fuente: AstroAventura.net
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