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      Safaris en el reino de los elefantes

      El delta del Okavango, una excelente opción para observar animales en el sur de Africa, cuenta con una de las mayores poblaciones de paquidermos del mundo.

      Safaris en el reino de los elefantesCLAIMA20150726_0006 En el reino de los elefantes y la naturaleza salvaje
      Redacción Clarín

      En la imaginación de todo viajero, Africa suena, entre muchas cosas, a la más fantástica vida salvaje del planeta; a manadas de enormes elefantes, a rugido de poderosos leones y a esbeltas jirafas correteando por la sabana. Y entre las muchas opciones para conocer esta naturaleza aparece Botswana, un país del tamaño de España pero con sólo dos millones de habitantes, seguro, muy cerca de Sudáfrica, con un buen grado de desarrollo y una vida salvaje impecable –casi el 45% del territorio está formado por áreas protegidas–, encabezada por una de las mayores poblaciones de elefantes del continente: unos 110.000 en total, 65.000 de ellos en el parque nacional Chobe.

      CLAIMA20150728_0208   Vista aérea de un sector del delta del Okavango.CLAIMA20150728_0208 Vista aérea de un sector del delta del Okavango.

      Y junto al Chobe, el famoso delta del Okavango, uno de los mejores destinos del mundo para deleitarse con la naturaleza africana y sus animales en libertad. Este delta se forma cuando el río Okavango, que baja serpenteando desde Angola, se topa con las arenas del desierto del Kalahari y, antes de ser devorado por ellas, se abre como una gran mano de canales, islas y lagunas. Para los que saben, es una de las mejores zonas del mundo para observar fauna salvaje. Para los que llegan por primera vez, es “la” imagen de Africa, esa de la que hablábamos al comienzo.

      Desde el aire
      Para llegar al delta del Okavango aterrizamos en Maun, la ciudad más turística de Botswana, a la que todos arriban para partir de safari. Es poco menos de una hora de vuelo desde la capital, Gaborone, y una hora y media desde la sudafricana Johannesburgo, puerta de entrada al sur de Africa.

      En el mismo aeropuerto nos espera una avioneta, que es la manera más habitual aquí de trasladarse entre los lodges en medio de la sabana. Distintas pistas se reparten por Chobe, el delta y la reserva privada Moremi, y las avionetas suben y bajan constantemente dejando y levantando pasajeros que van de un lodge a otro. Porque la cosa no es tanto no quedarse en un solo lugar, sino estar un par de días en un lodge, luego pasar a otro, y más tarde a otro, para ver distintos ambientes y diferentes animales.

      “Ahí, en la laguna, ¿los ven">