Primero, fue la imaginación. Martín Kogan era chico y veía las películas de Star Wars. Obi Wan, después de su muerte, aparecía ante el joven Luke Skywalker y lo aconsejaba "desde otro lado" para transitar el camino de Jedi. Recuerdo y trascendencia. Martín, además, aprovechaba su propia cámara para filmar la "película" de sus padres y abuelos. Los entrevistaba, les consultaba acerca de todo. Ya adulto, en pandemia, pensó en retomar esa tarea, cuando se encendió una luz (o un sable de luz): ¿por qué no convertir su proyecto infantil en una tecnología, un medio de comunicación para conectar voces presentes, pasadas y futuras?
Así nació Almaya Life, una plataforma para generar un backup de las mentes de sus s. "La idea es dejar un legado en un lugar seguro y privado, para compartir con seres queridos qué aprendimos en la vida, quiénes somos, a quiénes amamos", explica su CEO.
"Nuestro producto guía a las personas, para recrear su vida. El resultado es una versión digital de cada uno, impulsada por la inteligencia artificial, que puede interactuar y responder de manera conversacional", continúa.
Martín habla de "biografías interactivas". ¿Cómo te llamás? ¿De qué cuadro sos? ¿Qué consejo le darías a una persona que está triste? ¿Cuál es tu película favorita? ¿Sos una persona supersticiosa? ¿Qué te gustaba hacer cuando eras chico? Estas son algunas de las 700 preguntas que Almaya hace a sus s, los cuales responden a través de videos grabados en formato selfie.
El diseño es intuitivo, aunque detrás hay una avanzada programación e inteligencia artificial. Hay dos etapas bien definidas: la de narración y la de consumo. Para reforzar el concepto lúdico, hay seis "niveles" que procuran engrosar la información disponible de cada persona.

"Es un planazo familiar, ya que refuerza la interacción humana", comenta Martín. Él suele juntarse con sus seres queridos para aprender todo sobre su abuela. "Vas pasando de nivel, como una especie de juego de la vida. Es hermoso, conocimos anécdotas, y hasta aprendimos cómo era la calefacción durante su infancia, qué ropa se usaba, cuáles eran las costumbres", complementa. El hombre muestra su invento en plena acción. Escribe: "Abuela, ¿cuál es tu canción favorita?". La app le devuelve una grabación de ella cantando.
Almaya ya ganó la versión local del Innovation Championship (campeonato de innovación) de la aseguradora Zurich y se convirtió en finalista global. Por ahora -el desarrollo es constante- funciona en castellano e inglés, tiene una versión gratuita y otra paga. Ya cuenta con más de 30 mil descargas, desde 60 países alrededor del globo. La meta es que en menos de cinco años sean mil millones quienes aprovechen esta herramienta única.