Cuando muere el dueño de una vivienda es común que surjan dudas entre sus herederos sobre cómo tomar posesión legal del bien recibido. En este sentido, será necesario iniciar un trámite de sucesión.
Pero podría suceder que uno de los beneficiarios, por ejemplo, no esté dispuesto a hacerlo, ya sea porque no quiere ocuparse o no puede asumir los gastos del papeleo. ¿Qué se hace en este caso? ¿Cuáles son las desventajas de no hacer la sucesión">