Un nuevo cliente se a, expone una necesidad y pide un presupuesto para contratar un servicio. El prestador, entonces, se ve obligado a resolver rápido y bien una ecuación siempre compleja: cuánto cobrar por su trabajo.
Desde ingenieros, arquitectos y médicos hasta abogados, economistas, diseñadores, escritores, músicos, pintores y plomeros, todo tipo de especialistas que trabajan por cuenta propia se enfrentan a diario con los múltiples dilemas que esta cuestión presenta.
¿Qué precio fijarle por ejemplo a un proyecto determinado, a una capacitación, a un trabajo de consultoría o a una presentación artística?
¿En qué basarse para definir el monto pretendido">