Con el apoyo del macrismo y de la UCR, la oposición busca cerrar los acuerdos para avanzar con una nueva prestación previsional que reemplace a la moratoria, un aumento de las jubilaciones de más de un 7 % y una actualización del bono de emergencia que lo llevaría por encima de los 100.000 pesos, incorporándolo al haber.
En este esquema, tanto el kirchnerismo como Encuentro Federal, los radicales díscolos y la Coalición Cívica quieren evitar que se repita lo ocurrido el año pasado, cuando Javier Milei vetó la ley de movilidad jubilatoria dejando los haberes atrasados respecto de la suba inflacionaria.
En esta ocasión se da una situación que ya comienza a incomodar a la Casa Rosada. Por un lado, un sector del radicalismo que comanda Rodrigo De Loredo se sumó al plan de crear una prestación proporcional jubilatoria para quienes no cuentan con los 30 años de aportes, y por otro, los diputados del PRO que responden a Mauricio Macri también avanzan en una propuesta similar.
La estrategia de la oposición fue justamente dividir los proyectos entre el reemplazo de la moratoria y la actualización del bono de emergencia. De esa manera, Encuentro Federal, el bloque de Miguel Angel Pichetto, y Democracia para Siempre, el espacio que responde a Facundo Manes y Martín Lousteau, aspiran a consensuar con el kirchnerismo una versión final en la que también confluyan radicales y macristas.

Los K se mueven al centro para darle un golpe al Gobierno
¿En qué punto coinciden las distintas fuerzas? En los dictámenes presentados por la oposición -salvo el oficialismo, los K y la izquierda- promueven en reemplazo de la moratoria la creación de una prestación proporcional, que toma como base la PUAM y que permite a las personas en edad jubilatoria contabilizar los años de aportes.
Por lo pronto, el bloque de Unión por la Patria sabe que sólo cuenta con el apoyo de la izquierda para impulsar la renovación de la moratoria. Frente a esta situación están dispuestos a correrse un poco para el centro, buscan una propuesta razonable y van a apoyar el proyecto presentado por Nicolás Massot de creación de una Prestación Proporcional por Vejez (PPV).
En el kirchnerismo entienden que es una de las opciones más inclusivas dentro del vademécum previsional que la oposición presentó en la Cámara Baja en el debate en comisión. La apuesta es sumar también los votos de la Coalición Cívica, la UCR, los provinciales y la izquierda.
En síntesis, el objetivo es conseguir una mayoría ampliada que garantice los dos tercios para ratificar lo que pueda aprobar el Congreso y rechazar un posible veto de Javier Milei en su misión por garantizar el equilibrio fiscal.
Aumento de 7,2 % en las jubilaciones y un bono de $ 100 mil
Si bien el kirchnerismo está dispuesto a acoplarse a la propuesta de la prestación previsional también aspira a que el resto de la oposición acompañe el aumento de 7,2 % para todas la jubilaciones en un intento por recuperar el porcentaje que los jubilados perdieron en enero de 2024 con la devaluación. Además pide que se incorpore al haber y que sea tomado como base para futuros aumentos.
Este punto contaría con el apoyo de todo el arco opositor como así también la actualización del bono de $70.000 que refuerza los haberes mínimos. Sobre este punto, las diferencias son los montos porque el kirchnerismo propone llevarlo a $115.000, cifra que surgió del ajuste de ese aporte de emergencia en función de la suba de la inflación. Victoria Tolosa Paz explicó que la jubilación mínima se iría a $ 432.000.
Massot, en cambio, propone llevarlo a $ 100.000, una cifra que surge de una iniciativa que había presentado Margarita Stolbizer y que en rigor llevaba el bono a $105.000.
La Oficina de Presupuesto del Congreso publicó recientemente un informe que precisa que si el bono se lleva a $105.000 a partir de junio, el costo fiscal sería de $1.164 millones (0,14% del PBI), con un costo anualizado de $1.992 millones (0,23% del producto). Pero si llega a $115.000 el impacto sería de $1.500 millones (0,17% ), con un costo anualizado de $2.567 millones (0,30%).

Un dato que pone en alerta al Gobierno es que la propuesta de aumento del bono con su incorporación a los haberes para que sea tenido en cuenta para futuros incrementos también tiene el respaldo de la UCR, que en su dictamen reclamó a la Jefatura de Gabinete que disponga de los recursos ya sea a través del superávit fiscal, la supresión de exenciones tributarias o beneficios fiscales.
En la variedad de dictámenes, la oposición busca dejar sin argumentos al oficialismo estableciendo las fuentes de financiamiento de los aumentos. La Libertad Avanza acompaña el proyecto de Silvana Giudici que promueve la creación de una comisión para definir una reforma del sistema previsional.
Desde el peronismo también se pretende una ampliación de la PUAM, para que las mujeres puedan adherir a partir de los 60 años en lugar de los 65. Este fin de semana habrá una reunión entre los representantes de las fuerzas que impulsan las reformas con la intención de definir una hoja de ruta para la sesión que convocarán el 20 o 21 de mayo.
La atención también estará puesta en los resultados de las elecciones del domingo en CABA, ya que especulan en el Congreso que una mala performance de La Libertad Avanza podría potenciar la reforma previsional.
En principio, la oposición más áspera ve que el PRO, el aliado más firme del Gobierno en Diputados, no estará tan alineado y la presentación de un dictamen propio de los legisladores que responden a Macri podría ser la llave para conseguir los dos tercios.
Si en Diputados logran consolidar esa mayoría, en el Senado están más confiados en que podrán superar los dos tercios (48 votos) para rechazar un veto presidencial. En la Cámara Alta se volteó por primera vez un DNU (promovía un aumento de los fondos reservados de la SIDE), pero hasta aquí Milei pudo blindar los vetos a la ley de jubilaciones y de financiamiento de las universidades.
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