Facebook se transformó en una vida parelela más importante que la vida misma. Las personas se deprimen más al ver que su ex pareja cambió su estado de Facebook a “soltera” que en el momento mismo de la ruptura.
Los duelos por una pérdida amorosa ahora tienen un tiempo indefinido, dado que a la mayoría de las personas se le produce una especie de adicción a mirar por esa “ventana” que permite ver las actividades diarias de una persona que eligió quitarlas de su vida. Y con la particularidad que esa persona puede elegir qué mostrar y qué no.
Facebook penetró como un taladro repercutiendo en lo más profundo de las mentes, alterando el orden de los pensamientos, provocando las más rebuscadas elucubraciones con sus correspondientes y casi siempre erróneas conclusiones.
“Subió una foto en la que está riéndose abrazada a su nuevo novio… Pero tiene los aritos que yo le regalé… ¿Qué me querrá decir con eso">