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      ¿Qué está mal con la democracia representativa?

      Es la preocupación de quienes estudian la política en el mundo occidental, frente a fenómenos disruptivos que están afectando el funcionamiento de la democracia en los últimos años.

      ¿Qué está mal con la democracia representativa?Mariano Vior

      Desde hace 26 años y en forma anual, en abril el semanario británico The Economist da a conocer su índice de calidad democrática. Se trata de un estudio sobre 165 países y dos territorios autónomos que reúnen la casi totalidad de la población mundial. A lo largo de los últimos años, y en particular desde mediados de la década pasada, viene registrando una caída en la calidad democrática global.

      Por esta razón, el informe de este año se titula “¿Qué está mal con la democracia representativa?”. Es la pregunta central que hoy preocupa a quienes estudian la política en el mundo occidental, frente a fenómenos disruptivos que están afectando el funcionamiento de la democracia en los últimos años.

      Este trabajo se realiza sobre cinco variables principales: proceso electoral y pluralismo; funcionamiento de gobierno; participación política; cultural política; y libertades civiles. Clasifica la calidad democrática en cuatro categorías: democracia plena; democracia imperfecta; régimen híbrido; y régimen autoritario. Una de las diversas formas de presentar este resultado es una calificación que va del primer país al ciento sesenta y siete. De acuerdo a ello, los tres mejores países son Noruega, Nueva Zelanda y Suecia, y los tres peores Corea del Norte, Myanmar y Afganistán.

      En la primera categoría, donde se ubican los países calificados como democracias plenas, predominan los de la Europa nórdica. Además de Noruega (1°) y Suecia (3°), están Islandia (4°), Finlandia (6°) y Dinamarca (7°). Los mejores diez se completan con Nueva Zelanda (2°), Suiza (5°), Irlanda (8°), Holanda (9°) y Luxemburgo (10°).

      En los diez siguientes se encuentran dos países de Asia, cercanos a la geopolítica de Occidente: Taiwán (12°) y Japón (16°). También dos de los países más relevantes de Europa: Alemania (13°) y el Reino Unido (17°). En esta categoría se encuentran sólo dos países de América Latina y el Caribe: Uruguay (15°) y Costa Rica (18°). Esta calificación de estos países de la región como los dos de mejor calidad democrática es coincidente con otros índices globales conocidos. En esta categoría se encuentra también España (21°). Del continente africano, el único país con una democracia plena es Mauricio (20°). Respecto al año pasado, de los 25 países que se ubican en esta categoría, sólo 9 han mejorado su posición.

      La segunda calificación es la de “democracia imperfecta”. Como dato global, hay que señalar que el primero de esta categoría es Francia (26°) y el tercero es Estados Unidos (28°), dos países claves del mundo desarrollado y que integran el G7 (Italia, el otro país del grupo que se encuentra en las democracias imperfectas, está en el 37°). Que la mitad de las democracias liberales con mayor desarrollo económico no sean democracias plenas es un dato significativo.

      En cuanto a América Latina, Chile ocupa el puesto 29°, inmediatamente después de Estados Unidos y por encima de Eslovenia (30°). Argentina está en el puesto 54°, por debajo de Mongolia y por encima de Croacia (56°). A dos posiciones de Argentina en el ranking está Brasil (57°), por encima de Namibia (58°), y Colombia está en el puesto 60°.

      Es decir, que sobre un ranking de 167 países, Argentina, Brasil y Colombia (los tres electorados más importantes de América del Sur) se ubican en puestos muy similares y en alguna medida determinan un promedio regional en términos de votantes.

      Cabe señalar que India (la democracia más grande del mundo por su electorado y de religión hindú) se encuentra en el puesto 41°, es decir por encima de las tres democracias más grandes de América del Sur (Brasil, Argentina y Colombia). Sudáfrica (43°) también está por encima de estos países. Esto hace que tres de los países que integran los BRICS como plenos estén calificados como democracias imperfectas. Por su parte Indonesia, la democracia más grande de religión musulmana, está en el puesto 59°, por encima de Colombia y por debajo de Argentina y Brasil.

      Este tema, el de las democracias plenas e imperfectas, fue tratado en Buenos Aires a fines de abril en el seminario “Argentina y España en tiempos de cambio acelerado”, realizado por las Academias de Ciencias Morales y Políticas de ambos países. En la primera reunión, coordinada por Adalberto Rodriguez Giavarini, expusieron sobre el tema el español Fernando Vallespín Oña y el argentino Felipe de la Balze, vinculando la “insatisfacción democrática” con los cambios geopolíticos.

      La tercera categoría se denomina “regímenes híbridos”: aquellos que combinan elementos autoritarios con instrumentos de la democracia. Los países de Europa que integran esta categoría son Rumania (72°), Bosnia y Herzegovina (88°), Ucrania (92°) y Georgia (94°). De África, cierran esta calificación el país con mayor población del continente, Nigeria (106°), y Angola (107°), un país muy rico en recursos naturales. De América Latina se encuentran Paraguay (75°), Perú (78°), México (84°), Ecuador (85°), Honduras (90°), El Salvador (95°), Guatemala (97°) y Bolivia (103°).

      Por último, en el cuarto y más bajo nivel de democracia se encuentran los regímenes calificados como “autoritarios”. En esta categoría se encuentran los dos BRICS restantes, que son a su vez dos potencias militares globales: China (145°) y Rusia (150°).

      La primera ha mejorado tres puestos respecto al año anterior, mientras que la segunda ha bajado seis, en el contexto de la guerra con Ucrania. Las monarquías del Golfo, que no pretenden ser democracias, integran esta categoría. De América Latina hay sólo cuatro países que integran esta calificación: Haití (131°), Cuba (135°), Venezuela (142°) y Nicaragua (147°).

      La democracia no es una cuestión relevante o prioritaria en las dos últimas categorías (regímenes híbridos y autoritarismos), pero sí lo es para las otras dos (democracias plenas e imperfectas). Es en ellas donde se plantea la pregunta que titula el informe: qué está mal con la democracia representativa.


      Sobre la firma

      Rosendo Fraga
      Rosendo Fraga

      Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.

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