El impacto de la economía en la batalla por la Provincia y la agonía del PRO

Desde hace tiempo a cualquier elección que tenga por escenario a la provincia de Buenos Aires se la llama “la madre de todas las batallas”. Si bien el calificativo surge por el peso específico del distrito bonaerense, que por sí solo representa casi el 40% del electorado de todo el país, en esta oportunidad hay una arista que puede llegar a exceder al mero hecho de votar por el peronismo o los libertarios: la situación económica.

Javier Milei exhibe la reducción de la inflación que empieza a estabilizarse en el color del 2%, dando certeza sobre el valor del dólar, que aplaca bastante -no del todo- los precios. Y alimenta el anhelo de la sociedad en que la siguiente etapa sea la de la recuperación del poder adquisitivo y el incremento del empleo.

Un informe de la UBA y el Conicet sostiene que entre noviembre de 2023 y abril de 2025 el salario mínimo real acumuló una caída de 32%, ubicándolo en un valor inferior al de 2001, antes del colapso de la convertibilidad. El trabajo del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) también indica que en febrero de 2025, respecto de noviembre 2023, la pérdida del empleo privado ya era de unos 108 mil puestos. Aquél anhelo encerraría motivos concretos.

El conurbano bonaerense ha sido uno de los más afectados. Lo sabe la Casa Rosada que refuerza más que el kirchnerismo la Asignación Universal por Hijo (AUH) y mantiene planes sociales. También lo sabe la Ciudad, que padece una ola diaria de bonaerenses que hurgan en los contenedores en búsqueda de lo que sea para sobrevivir.

Algunos datos provienen de lugares impensados. El servicio de trenes del área metropolitana ha ido perfeccionando sus controles, reduciendo la evasión de quienes no pagaban el boleto a lo largo de las estaciones. Se ha detectado que disminuyó de manera considerable la cantidad de personas que toman el tren para hacer changas -jardinería, carpintería, arreglos, limpieza- y que se incrementó el número de pasajeros que piden en los controles que los dejen pasar porque no tienen dinero para viajar.

El impacto que pueda tener la economía en el voto de la elección provincial será clave. Marcará el apoyo del principal distrito del país al plan económico de Milei o expresará su rechazo votando al peronismo o no asistiendo. Se sumará a otros factores más políticos, como el fenómeno de elecciones desdobladas, donde la provincia no puede tomarse como un distrito único sino que se define región por región, y son ocho las secciones electorales. Todas tienen realidades distintas.

La Libertad Avanza necesita al PRO porque tiene que contar con unos 45 mil fiscales de mesa, apenas tiene un puñado de intendentes y carece de candidatos propios o de relevancia en esas secciones donde mandan los intendentes, en su mayoría peronistas, radicales, y en menor medida del PRO. ¿Puede nacionalizarse la campaña como ocurrió en la Ciudad? No hay una respuesta contundente.

¿Un final anunciado?

En política siempre es difícil hablar de fin. Pero está claro que el PRO como partido nacional emprendió una agonía con un desenlace poco auspicioso. Mauricio Macri quemó el escaso liderazgo que le quedaba sobre el partido, al ponerse al hombro la campaña porteña y salir tercero en la Ciudad que gestiona hace casi dos décadas.

Lo hizo, porque el catalán Antoni Gutiérrez-Rubí cuando se hizo cargo de la campaña, lo primero que planteó es que estaban cuartos. Macri se puso a la cabeza pero perdió estrepitosamente. Son cada vez menos los legisladores e intendentes que le responden.

Dos años atrás, el PRO era el partido con más presidenciables como Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Rogelio Frigerio, María Eugenia Vidal y hasta el propio Macri. Sobrevivieron Frigerio, hoy gobernador de Entre Ríos aunque con una mirada de mayor amplitud, y Bullrich, alineada con Milei y devenida en enemiga política de los Macri.

A manera de reacción, hay quienes incentivan en el espacio amarillo que Macri sea candidato a senador o diputado nacional en octubre, sobre todo si Patricia Bullrich quiere competir por las fuerzas del cielo. Pero una derrota del expresidente, algo que ahora sí es probable, decretaría la muerte del PRO y su desenlace político, de la peor manera.

Acéfalo, la inquietud en el macrismo es que los libertarios vayan por Jorge Macri y busquen activar denuncias sin pruebas pero apuntando a las redes sociales, tanto por la gestión porteña como por la intendencia de Vicente López. No es sencillo decodificar el encono hacia el alcalde porteño. Deducciones intrincadas de algún dirigente amarillo vinculan esa ofensiva con la mala relación que tiene con Jorge Macri, Darío Wasserman, vicepresidente del Banco Nación y esposo de Pilar Ramírez, hasta hace poco camporista y hoy mano derecha de Karina Milei en la Ciudad.

La agonía del PRO también está relacionada con el futuro en su principal bastión. Si pretende mantener el poder en 2027, sea a través de la reelección de Jorge Macri o de otro candidato, será indispensable recrear un frente que pueda asegurarse un lugar en el balotaje, a primera vista, abriéndoles la puerta a todos los que se fueron. Pero ya no será el PRO y sus socios: probablemente nazca una nueva coalición.

Como elegir enemigos

No ha sido el fuerte de Milei, la elección de los enemigos. Primero ocurrió con Lali Espósito, cuando enhebró una rarísima acusación al convertir casi en un delito que los artistas den shows financiados por gobiernos provinciales o municipales. Recientemente, el mandatario calificó de “ignorante” y “operador berreta” a Ricardo Darín, por decir cuál era el precio de la docena de empanadas en una de las cadenas de moda y más costosas.

Lali Espósito acaba de sumar un cuarto recital en Vélez; terminaría reuniendo en la sumatoria casi 200 mil personas. Pero ya desde diciembre del 2024 unas 500 mil fans se volcaron a conseguir su entrada para verla este año. El mismo número de personas que votó a Manuel Adorni, pero gratis. Una de sus canciones más festejadas, “Fanático”, es la que estaría dedicada a Milei y es el momento en el que ella posa con los pulgares arriba, imitando al libertario. “Hay que ser buenos con el otro. Parece una boludez, algo tan básico, pero que no abunda. Y a veces se pone de moda ser un sorete. Importa qué clase de persona sos con el otro, que es como vos, el que vive con vos, al lado", fue el mensaje que dio a sus fans.

Por eso no fue casual que la cantante saliera en defensa de Darín, considerado uno de los mejores actores argentinos del momento de reconocimiento internacional. “Me resulta bizarro el debate porque es clarísimo lo que quiso decir”, dijo Lali, para luego señalar que “hay cosas que importan mucho más como el Garrahan y estamos hablando de las empanadas".

Quizás no haya impacto en las elecciones de octubre y el Gobierno se haga de un triunfo clave y sume diputados y senadores. Pero para desandar el camino del odio que el mileísimo viene sembrando, probablemente deba exhibir semejante éxito económico capaz de acallar cualquier reacción. Para ello es necesario que la creación del kirchnerismo como enemigo por parte del oficialismo se mantenga viva. Pero si el peronismo pierde en la provincia, la implosión será inevitable, y las consecuencias, impensadas.