Volvieron la tensión, las redadas de la policía y las amenazas de expulsión de Estados Unidos, cuando decenas de manifestantes enmascarados que habían organizado una protesta propalestina en la Universidad de Columbia en New York irrumpieron en la biblioteca principal del campus y fueron arrestados por la policía en medio de un gran tumulto que fue difundido por videos en las redes sociales.
“Estamos revisando el estatus de las visas de los intrusos y vándalos que tomaron la biblioteca de la Universidad de Columbia”, advirtió en X el secretario de Estado Marco Rubio. “Los matones pro-Hamas ya no son bienvenidos en nuestra gran nación” y ratificó así la política del gobierno de Donald Trump para frenar las manifestaciones violentas en los campus.

En la tarde del miércoles, un grupo de manifestantes que tenían sus rostros cubiertos con máscaras y sus cabezas con pañuelos palestinos, empujaron a los agentes de seguridad instalados en el campus, ingresaron a la biblioteca Butler de la Universidad y colgaron banderas palestinas y otros carteles en las estanterías de una de las salas.
La policía dijo que al menos 80 personas fueron detenidas, aunque no estaba claro cuántas habían participado en la protesta dentro de la biblioteca y cuántas estaban fuera del edificio. En los videos se ven a más de 30 personas que eran retiradas de la biblioteca por la policía con las manos detrás de la espalda, mientras manifestantes afuera gritaban “Liberen Palestina”.
La presidenta interina de la universidad, Claire Shipman, dijo que a los manifestantes que se habían atrincherado dentro de una sala de lectura de la biblioteca se les pidió varias veces que mostraran una identificación y se marcharan, a lo que se negaron. Entonces, la universidad solicitó que a la policía de Nueva York interviniera "para ayudar a asegurar el edificio y la seguridad de nuestra comunidad", señaló en un comunicado el miércoles por la noche.

Más tarde, el alcalde neoyorquino, Eric Adams, dijo que los agentes de la policía estaban entrando al campus "para retirar a las personas que están invadiendo".
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, también criticó a los manifestantes. "Todos tienen derecho a protestar pacíficamente", escribió la demócrata en la red social X. “Pero la violencia, el vandalismo o la destrucción de la propiedad son completamente inaceptables”.

Desde la ofensiva israelí en Gaza tras el ataque terrorista de Hamas el 7 de octubre, la Universidad de Columbia se ha vuelto el centro más visible de las protestas propalestinas, con irrupciones en edificios y centenares de arrestos, aunque también hubo manifestaciones en buena parte de las universidades del país.
El gobierno de Trump considera que la mayoría de estas protestas son antisemitas y ha tomado medidas enérgicas contra estudiantes y académicos internacionales en varias universidades estadounidenses que han participado en manifestaciones propalestinas o han criticado la campaña militar israelí en Gaza. Y también ha presionado con quitarles los subsidios si no toman medidas para frenar el antisemitismo en los campus, una amenaza que muchos consideran que atenta contra la libertad de expresión.

De hecho, Columbia anunció en marzo cambios radicales a sus políticas relacionados con las protestas tras las amenazas del gobierno de Trump de revocar 400 millones de dólares en fondos federales. A partir de entonces, por ejemplo, se contrató agentes autorizados para hacer arrestos en el campus, se prohibió a los estudiantes usar máscaras para ocultar sus identidades y se estableció que deben presentar su identificación cuando se les solicite.
Varias universidades están negociando políticas similares, salvo Harvard, que se negó a aceptar las condiciones de Trump y por eso le fueron quitados unos 2.000 millones de dólares en subsidios.
Columbia University Apartheid Divest, un grupo estudiantil propalestino, dijo que había ocupado parte de la Biblioteca Butler porque creía que la universidad se beneficiaba de la "violencia imperialista". "La represión genera resistencia: si Columbia intensifica la represión, la gente continuará intensificando las interrupciones en este campus", escribió el grupo en internet.

Trump también está tratando de deportar a algunos estudiantes internacionales propalestinos en universidades estadounidenses, con el argumento de que su presencia podría dañar los intereses de la política exterior de Estados Unidos.
Los manifestantes en la biblioteca también exigieron la liberación de Mahmoud Khalil, un activista palestino y estudiante graduado de Columbia que permanece en una cárcel de inmigrantes de Luisiana después de haber sido uno de los primeros en ser arrestados.
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