Durante el último fin de semana largo, cientos porteños y turistas vivieron una experiencia inédita: subir al nuevo mirador del Obelisco. Con 89 años recién cumplidos, el monumento más emblemático de la Ciudad se renueva con una propuesta que ofrece una vista de 360° a 67 metros de altura.
Más de 22 mil personas se inscribieron en la convocatoria lanzada por las redes sociales de @baparticipacionciudadana, pero solo unos pocos fueron seleccionados para esta primera etapa. La expectativa era enorme: por primera vez, acceder a la cima del Obelisco sin tener que trepar 206 escalones se convirtió en una realidad.
Un ascensor pensado hace casi 90 años en el Obelisco
Aunque parezca una idea moderna, el proyecto de incluir un ascensor en el Obelisco fue contemplado desde el mismo momento en que fue diseñado por el arquitecto Alberto Prebisch en 1936. Recién ahora, casi nueve décadas después, ese anhelo se volvió concreto.
El nuevo sistema de , que combina tecnología y respeto por el patrimonio, permite ingresar desde la Plaza de la República, subir ocho escalones y embarcarse en un ascensor moderno que en solo un minuto te deja a pocos metros de la cima.
El elevador está sostenido por cuatro columnas metálicas que no alteran la estructura original. Uno de sus lados es vidriado y el otro muestra una pantalla, generando una experiencia inmersiva incluso antes de llegar al mirador.

Vistas únicas desde el corazón porteño
Una vez finalizado el recorrido en ascensor, hay que subir una escalera caracol de 35 escalones que lleva directo al mirador. Allí, cuatro ventanas orientadas a los puntos cardinales regalan una de las vistas más impresionantes de Buenos Aires:
- Al norte, se distingue el Teatro Colón y la silueta de los rascacielos de Retiro y Puerto Madero.
- Al sur, se abre paso el Casco Histórico y los barrios tradicionales como San Telmo y Constitución.
- Al este, se observa el Río de la Plata extendiéndose hacia el horizonte.
- Al oeste, la 9 de Julio se impone con su amplitud, flanqueada por los techos de la ciudad.

Desde el centro geográfico de la ciudad, se puede contemplar la inmensidad de avenidas como 9 de Julio, Corrientes y Diagonal Norte, enmarcadas por el movimiento constante de una ciudad que nunca se detiene.
“Este gran proyecto de ingeniería revaloriza uno de los símbolos porteños. El mirador panorámico es un nuevo atractivo turístico que cambiará la manera de ver nuestra Ciudad y su patrimonio, como en las grandes metrópolis del mundo”, destacó el Jefe de Gobierno, Jorge Macri.

Una propuesta museográfica abierta al público
Además del mirador, se está desarrollando una propuesta museográfica en la base del monumento, para que todas las personas —incluidas aquellas con movilidad reducida— puedan conocer más sobre la historia y evolución del Obelisco.
Con más de 9 millones de turistas que visitan Buenos Aires cada año, esta intervención convierte al Obelisco no solo en un punto de paso obligado, sino en una parada interactiva y emocionante. Un símbolo que sigue latiendo con fuerza.
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