Aunque el verano parezca lejos, quienes aman la jardinería saben que este es el momento justo para ponerse manos a la tierra. Abril es ideal para preparar el jardín y elegir esas plantas que, con un poco de paciencia y cuidado, van a florecer a pleno cuando llegue el calor.
Con temperaturas agradables, más humedad y días tranquilos, el otoño ofrece las condiciones perfectas para empezar a trabajar en tu jardín de verano. Si querés llegar al verano con un jardín que esté lleno de perfume, hay tres plantas que no pueden faltar: se adaptan bien al clima, no requieren cuidados excesivos y son una apuesta segura.
La rosa china (Hibiscus rosa-sinensis) es una de esas plantas que llaman la atención por donde la mires. Sus flores grandes y vibrantes, en tonos como rojo, fucsia, amarillo o naranja, le dan un aire tropical y alegre a cualquier espacio. Es una gran opción si querés sumar impacto visual al jardín sin complicarte demasiado.
Podés plantarla por esquejes o semillas, siempre en un suelo con buen drenaje y preferentemente en lugares con sol directo o semisombra. Es importante regarla seguido, pero no necesita muchos más cuidados.
Es ideal para plantar durante los meses del otoño, ya que florece durante todo el verano y se convierte fácilmente en la protagonista del cantero.
La Santa Rita (Buganvilla) es una enredadera que transforma paredes o pérgolas en verdaderos muros de color. Aunque lo que parecen flores son en realidad brácteas, su efecto visual es tan fuerte que nadie se da cuenta: hay variedades en fucsia, violeta, blanco o naranja.
Se planta por esquejes y necesita estar a pleno sol. Una vez que prende, casi no da trabajo: no requiere mucho riego y resiste sin problemas las altas temperaturas del verano. Otra característica interesante es que se adapta bien a diferentes tipos de suelos, siempre que tengan buen drenaje. Incluso en regiones con inviernos suaves puede mantenerse verde todo el año.
Si querés cubrir espacios verticales y sumar un toque de impacto sin estar pendiente del riego todos los días, esta es una gran elección.
El jazmín del país (Jasminum polyanthum) no solo es una planta ornamental: también es una experiencia sensorial. Durante las noches de verano, su aroma dulce e intenso se vuelve protagonista y transforma por completo la atmósfera del jardín. No hay vela aromática que se le compare: su perfume natural es una de las razones por las que esta especie sigue siendo tan valorada.
Se trata de una trepadora de crecimiento rápido que, al igual que la Santa Rita, puede cubrir pérgolas, enrejados o muros, aportando un plus decorativo. A diferencia de otras variedades de jazmín, el del país florece de manera más concentrada, generando un gran impacto visual y aromático durante su periodo de floración.
En cuanto a sus cuidados, no es complicado. Requiere riegos constantes durante el verano, pero se adapta bien a distintos suelos y puede cultivarse tanto en macetas grandes como en tierra. Es importante guiar su crecimiento con podas suaves, sobre todo si querés que crezca de forma ordenada. Necesita buena luz solar, aunque puede tolerar algo de sombra.
Cultivar en abril es aprovechar al máximo el clima templado y la humedad del otoño para que las plantas se desarrollen con fuerza. Elegir especies como la rosa china, la Santa Rita y el jazmín del país es una manera efectiva de asegurar un jardín lleno de color, aroma y vida durante el verano.
La rosa china es una de las plantas más vistosas para cultivar en abril debido a sus colores. Foto: Wikimedia Commons.
Las plantas que sembrás en abril te van a regalar meses de color, perfume y vida en tu jardín. Foto: Wikimedia Commons.
