La caballeriza
Restaurante de campo. Cocina tradicional de inspiración cotidiana.
Avenida Presidente Perón. Partido de Las Flores. Provincia de Buenos Aires. (se comunica dirección exacta al reservar)
Teléfono 2244428329
Horario Viernes por la noche con reserva previa.
Instagram @lacaballerizadeesteban
La historia de Esteban Cipponeri empezó en Buenos Aires, pasó por Las Flores (Provincia de Buenos Aires), Palm Beach (EEUU), Amberes (Bélgica), Italia, Países Bajos, Alemania y continúa (por ahora), nuevamente en Las Flores. El campo, las playas glamorosas de Florida y el corazón antiguo del Viejo Continente unidos por el hilo conductor de una práctica bien argentina como la del polo.
Una pasión que se transformó, casi por casualidad, en una profesión generadora de viajes y os con culturas diferentes a lo largo de varias décadas. Sin embargo, desde la parte más profunda de su corazón Esteban recibía un mensaje muy claro: en algún momento iba a ser dueño de un restaurante. Evidentemente taco, bocha y fusta no eran su única vocación.
Estaba seguro de que, antes o después, todas sus vivencias iban a unirse en un “boliche” de campo ubicado en el terruño bonaerense donde pasó la primera parte de su vida y aprendió a amar a los caballos. Su lugar en el mundo donde la quinta, la casa, el galpón, la matera y los animales que adora serían los compinches de su comedor rural. El punto de encuentro de amigos y vecinos que aprecian platos genuinos inspirados en los productos y tradiciones del territorio.
La historia de La caballeriza
En 2022 Esteban abrió las puertas del restaurante soñado, en ese pequeño pueblo que lo adoptó medio siglo antes. Un espacio donde expresar su idea de cocina sincera, tradicional, sabrosa y generosa.
Un ámbito rural caracterizado por chapas desgastadas, muebles viejos reciclados, madera maciza, ladrillos cocidos, la salamandra, el horno de barro, los objetos de uso cotidiano, las ollas pesadas de hierro fundido y las cazuelas de barro.

Ocho mesas. No más de cuarenta comensales. Un solo turno. Solamente los viernes por la noche. Para Esteban preparar la comida para sus huéspedes debe ser un momento de disfrute y de inspiración cotidiana. Está íntimamente convencido de que el día que se transforme en una obligación, cerrará las puertas de su reducto.
El menú cambia todas las semanas. Depende del estado de ánimo y de los productos disponibles. Esteban lo propone enviando un mensaje instantáneo a sus conocidos. Así se enciende un incontenible de boca en boca.
Qué comer en La caballeriza
En las mesas aparece el pan de campo, los quesos deliciosos (provoleta y florense) de leche de búfala, el paté rústico de cordero y el salame de ciervo colorado. Sabrosos. Tentadores.
Las empanadas fritas son doradas, confortables y su aspecto insinúa la generosidad del recado: cordero al asador cortado minuciosamente a cuchillo, condimentos y cebolla.

La bondiola a caballo es suculenta y bien caramelizada. Los huevos fritos que la acarician revelan su yema cremosa, típica de las gallinas de riña. Las papas fritas obtuvieron su sabor y color gracias a la cocción en grasa vacuna o de cerdo.
Cierre ineludible con el flan de Carla (la esposa de Esteban), de textura espesa y cremosa escoltado por dulce de leche de búfala.
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