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      Un mate con... Ángela Leiva: “Fui muchos años el tipo de víctima que buscan los manipuladores”

      • La popular cantante se confesó en una íntima charla con Clarín.
      • El recuerdo de sus inicios, su conexión especial con Gilda, la etapa más dura de su vida, cómo fue su reconstrucción, su rol como jefa y cuáles son sus sueños.

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      Ángela Leiva se confesó en una íntima charla con Clarín

      "Mi vida da para varios capítulos", dice Ángela Leiva y la verdad que tiene razón. Su historia da para una serie...

      En un capítulo se podría detallar sobre cómo, a los 14 años, mientras en el colegio luchaba con su timidez, se ganó un lugar como líder de un grupo de cumbia formado por hombres adultos. Otro podría explorar en su fuerte conexión con Gilda, a quien le rezó para poder cantar en el casting del concurso que luego ganaría y le abriría el paso a su carrera artística.

      Los conflictos con sus primeros representantes podrían ser otro, que luego derivaron en el inicio de su relación con Mariano Zelaya, su ex pareja y manager, con quien vivió los años más traumáticos de su vida.

      Cómo sumó fuerzas y coraje para dejar esa dura etapa y reconstruirse -en el plano personal y profesional- sería otro episodio, que luego seguiría con la explosión de su popularidad y el reconocimiento a su impactante voz, esa con la que ahora tiene planeado recorrer el país, a partir de junio, de punta a punta con una gran gira ("Mi voz para el mundo Tour"), que finalizará en noviembre con una serie de presentaciones en España.

      De todo esto habló, mate de por medio, Ángela en su visita a Clarín.

      -¿Estás en tu mejor momento profesional?

      -Yo siempre digo que sí, para mí los mejores momentos son en el presente. Esta gira es una gira muy esperada, que tiene un nombre particular, 'Mi voz para el mundo Tour'. Creo mucho en lo que uno decreta. Y ese es mi deseo, que mi voz y mi música recorran el mundo, estar en los mejores escenarios del mundo, ganarme todos los premios…

      Ángela Leiva, en Clarín. La cantante iniciará en junio una gira por todo el país. Foto: Emanuel Flax.Ángela Leiva, en Clarín. La cantante iniciará en junio una gira por todo el país. Foto: Emanuel Flax.

      -Siempre fuiste una referente de la cumbia, pero en el último tiempo lograste más popularidad, te animaste a otros géneros, a actuar...

      -Sí, desde la pandemia para acá. Me ayudó mucho la televisión, con el Cantando. Ahí me pude explayar por distintos géneros y me fue muy bien. A partir de ahí gané mucha más confianza. Yo tenía una carrera de 15 años, pero también había inseguridades... Y eso me dio otra confianza para animarme a otras cosas. La cumbia siempre la llevo como bandera, pero soy muy romántica, baladista…

      -Ahora todos hacen cumbia, hacer una colaboración con Los Ángeles Azules está de moda...

      -La cumbia hoy está en el lugar que se merece estar, es el género, junto al folclore, que más gente mueve. Es más que popular, y más hoy que está de moda. Hoy hacer cumbia es cool, hasta Thalía hace cumbia. Que lindo que el género haya crecido tanto y haya podido pasar ciertas barreras, límites. Estoy muy orgullosa que el género haya crecido tanto.

      Sus inicios en el género

      -¿Angie y los fieles era el grupo en el que empezaste? ¿Qué edad tenías?

      -Sí, eran una banda de barrio. Yo tenía 14 años y nos sentábamos con amigos a escucharlos cuando ensayaban. Se llamaban Los Fieles. Ellos se enteraron que cantaba y un día me invitaron. Canté una de Gilda y después me dijeron ‘vos sabes que de acá no te vas más, ¿no?’. Y ahí agregaron mi nombre, Angie y los fieles.

      -Ya el primer grupo tenía tu nombre. Eso marca algo…

      -Es verdad, no lo había pensado así. Yo los tenía cagando, je. Estuvimos dos o tres años tocando, ad honorem. Yo soy mandona, controladora... y entonces ponía ordenes. Y eso que eran todos más grandes. Yo los organizaba. La pasábamos muy bien, nos divertíamos mucho, eramos familia. Hoy los sigo viendo cada tanto, los quiero mucho.

      Ángela Leiva, en la charla, mate de por medio, con Darío Doallo. Foto: Emanuel Flax.Ángela Leiva, en la charla, mate de por medio, con Darío Doallo. Foto: Emanuel Flax.

      -Has contado que en adolescencia eras muy tímida, pero eso contrasta con esto que contas...

      -Si, es verdad, contrasta... En el colegio era la que sentaba en el fondo, la que estudiaba y se sacaba diez, pero venía un compañero a pedir una respuesta y no sabía decirle que no. Hasta que empecé a cambiar un poco. El escenario me dio seguridad en la vida. La timidez la fui perdiendo de a poco, hoy te das cuenta que no queda nada de esa Ángela tímida, je.

      Su especial conexión con Gilda

      -¿Es verdad que le pediste a Gilda quedar en un casting?

      -Le recé cuando estaba en la fila del casting para entrar a Pasión Canta, que es el concurso que hacía Pasión de Sábado, que es el que después gané, que tenía como premio iniciar una carrera. Era un día nublado, lluvioso y la fila era al aire libre. Del frío y los nervios la garganta se me cerró. Y ahí le empecé a pedir a Gilda, ‘Gilda, ayúdame con esto’.

      -¿Le solías pedir?

      -No, era la primera vez. Después de eso me fue muy bien, quedé y gané el concurso… Después con el fan club de Gilda, que en ese entonces me empezó a apoyar, fuimos al cementerio, le fui a agradecer. Y después dije ‘hasta acá, no le pido más, pobre mina, ya me ayudó un montón’. Pero sí, Gilda siempre fue una referente para mí.

      Los años más difíciles de su vida

      -¿Te costó ese paso a ser una artista profesional?

      -Si, claro, porque fue de un día para el otro. Yo gané el concurso y firmé un contrato que después fue un lío. Me encontré teniendo unas muy malas condiciones laborales. No funcionó y lo empecé a sufrir un montón. Porque yo era la cara visible de un proyecto que no era mío. Era mi voz y mi cuerpo pero no era redituable para mí como debía haberlo sido.

      -¿Cuánto tiempo tardaste en darte cuenta?

      -Fueron los primeros dos años y después al no recibir ninguna respuesta positiva decidí abrirme y me fui con otro productor, que al final la pasé mucho peor, je. Es mi historia, je.

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      La cantante respondió el cuestionario al paso de Clarín.

      -¿Es difícil escapar de los conflictos con representantes en el inicio de una carrera?

      -Pasa que se puede ganar tanto dinero alrededor de un artista que hay mucho buitre dando vuelta. Y el buitre no siempre está vestido de ropa barata. Y el artista quiere ser artista, queremos cantar, actuar… y no siempre estamos pensando que hay un negocio detrás. Y eso es lo que tuve que aprender, porque había muchos cabos sueltos.

      -Luego comienzas tu relación con quien hoy es tu ex pareja... ¿Qué fue lo más duro de esa etapa?

      -Lo duro haber estado sumergida en un mundo de violencia de género durante ocho años. Porque nunca me levantó la mano pero fueron años de que me picó la cabeza diciéndome que yo sin él no era nada.

      -¿Y te lo creías?

      -Obvio, lo creí. Porque en mis primeros años no me fue tan bien y entonces creí que ir con él era lo mejor que me pasaría y me metí a 'guatepeor'. Para mí muchos años fue el salvador, Dios, y entonces le entregué la confianza total de mi vida, mi carrera, mi economía… Encima vivía y dormía con él. Para un psicópata y un manipulador es muy fácil así, fui muchos años el tipo de víctima que buscan los manipuladores.

      -¿Llegaste a dejar de disfrutar de cantar?

      -No, pero sí me pasaba que el contexto en el que yo estaba trabajando no era el ideal, el que deseaba. Para mí el escenario siempre fue sanador. Yo canto y me olvide del mundo, quedo sumergida en una burbuja de disfrute, no me importa nada ni nadie.

      -También se aprovechaba de eso…

      -¡Totalmente! Y me hizo creer que estaba bien eso y no me tenía que ocupar del resto. Claro, en ocho años hizo y deshizo lo que quiso con mi vida y mi carrera. Gracias a Dios logré salir de ahí.

      -¿Cómo lo lograste?

      -Cuando yo decido terminar la relación lo hago desde la Ángela mujer, no desde la artista. Yo pensé que me iba a dedicar a otra cosa… En cuatro de los ocho años de relación yo me quise separar y no lo lograba porque el tipo me manipulaba. 'Sos una boluda, una tonta, no te separes que tu carrera se va a venir a pique'. Lo que a mí me saca de ahí es pensar ‘che, pará, tengo veintipico de años ¿de verdad quiero ser así de infeliz?’.

      -¿En serio pensaste en dejar la música?

      -Si el precio para ser feliz era dejar mi carera, lo hacía. No es fácil estar con un manipulador... Un día pensé que la solución era esa, dejar la música o cambiarle el nombre para que a él no le molestara, una cosa de locos. Yo creyendo que él era el dueño de mi vida, mi carrera, mi voz… Lo sufrí mucho, era dormir con la persona que no querés que te toque ni con el dedo chiquito... Tomé el paso, me puse fuerte y él se dio cuenta que ya no podía manipularme más. Ahí me empecé a enterar de todo lo que hacía con mi nombre. Terminé pagando deudas, tuve que cumplir con shows que ya estaban firmados… Puse abogados, me arremangué y dije ‘tengo que poder’. ¡Y pude! Fue un proceso de años de volver a confiar en gente, armar un equipo nuevo...

      La reconstrucción

      -¿Mucha experiencia de cosas negativas te sirvieron?

      -Obvio. Así y todo me seguí equivocando. Pero también con los años aprendí a no culparme tanto. Somos seres humanos, aprendemos de los errores y, a veces, por más que estemos atentos, volvemos a caer. Ahora disfruto de lo mío, pero estoy alerta. Y trabajo mucho en la autovaloración. Arranqué de cero, sin nada. Y logré un montón de cosas sola.

      -¿También ahí vinieron nuevos proyectos y desafíos?

      -Yo me desvinculo de él en 2018 y me empezaron a pasar cosas muy buenas artísticamente porque yo también empecé a estar más abierta.

      Ángela Leiva estará el 13/6 en el Teatro Colonial (Avellaneda) y el 14/6 en Teatro Gran Ituzaingó.Ángela Leiva estará el 13/6 en el Teatro Colonial (Avellaneda) y el 14/6 en Teatro Gran Ituzaingó.

      -También era mal empresario, se cerraba a un kiosko.

      -¡Claro! Porque a él le convenía un solo kiosco, donde venía una persona que a mí me podía abrir los ojos era un problema. Y para mí la pandemia fue una oportunidad, porque me dio la oportunidad de estar en la tele, que quizás con shows no hubiera podido. Después vino lo de animarme a actuar en la novela (La 1-5/18, en El Trece), musicales como School of Rock...

      -¿Como sos como jefa?

      -Bastante pesada, je. Te puedo decir que lo que yo quiero es estar en todos los destalles, y eso a veces es contraproducente. Pero tengo un equipo muy grande en el que me apoyo y confío. Ya no soy la artista que solo canta, hoy estoy en todo, a veces en muchas cosas que no debería, pero lo hago porque me gusta y me apasiona. Yo aprendí a ser una empresaria, algo que no me imaginaba.

      -¿Este rol te gusta o es lo que te toca?

      -Me gusta. Siempre estoy pensado en crecer. Me encanta el rol.

      -¿Qué te molesta más, que alguien llegue tarde o que pifie una nota en el escenario?

      -Las dos cosas, je. Lo de pifiar en el escenario lo tomo más como un error que puede pasar y nos reímos. Me molesta lo de las llegadas tarde. Yo también tengo un tema con eso porque soy de llegar tarde. ¡Pero yo soy la jefa!, je.

      Ángela Leiva: con quién tiene un mate pendiente y qué le diría a la Ángela de años atrás

      -¿Con quién te queda un mate pendiente o con quién te gustaría tomarte un mate?

      -Con mi vieja. La perdí hace 12 años. Le diría que la extraño y la amo.

      -Si pudieras sentarte a tomar un mate con la Ángela de 18 años, esa que le rezaba a Gilda para quedar en un casting… ¿Qué le dirías?

      -Que se quiera un poco más.


      Sobre la firma

      Darío Doallo
      Darío Doallo

      Jefe de la sección Fama [email protected]

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