-Al principio de la cuarentena algunos creímos que los aplausos de las 21 eran para Netflix…
-Netflix es el demonio. Lo fácil nunca sirve ni es bueno. Netflix te pone un 99 % de mierda y te hace creer que es de calidad porque produce una película de Martin Scorsese. Yo tengo un Blu-ray para ver películas, y se ve muy bien.
Se dice que Diego Curubeto, además de enemigo público número uno de plataformas top, es una leyenda viviente del panorama cinematográfico argentino. Guionista, director, crítico de cine, autor de Carne sobre Carne -documental sobre el cine de Isabel Sarli y Armando Bo-, es también el creador del término "bizarro" asociado al arte y especialmente al cine .
“Es feo realmente –Curubeto sigue manija-: un Durán Barba hizo que millones de personas paguen dos mangos por mes para ver esa porquería. Netflix tiene películas baratas, series baratas y alguna que otra cosa que llama la atención como El Irlandés, una película que la gente no ve, sino que consume en la pantallita de un celular... ¡Scorsese en un celular!
-Pero él se prestó a esa posibilidad...
-Scorsese es Dios y Dios está en todas partes. Scorsese puede hacer sombras chinescas y le saldrían extraordinariamente bien. Es una estrategia de marketing razonable la suya. Por un Scorsese, montones de basura y de películas que ni Blockbuster se animaba. Scorsese después se gasta la plata que le cobró a Netflix en la restauración de filmes geniales. A él le gusta el cine de verdad. Es el Papa, pero entiende que si quiere seguir en la cresta de la ola, debe saber de negocios... Estamos hablando de Scorsese. Eso significa que la gente sabe discriminar. Y no, la gente no va a discriminar. En el videoclub diferenciaba más que en Netflix porque elegía y debía moverse hacia un determinado lugar. Estas son películas sin talento y series más bien horribles. No hay manera de juntar 50 películas y que ninguna se pueda ver. Eso sólo se logra si sos el empleado del mes del Infierno. Y Netflix lo es. Alguna excepción hay, por supuesto, pero no es legal buscar excepciones.
-¿Que le sugerís a la gente que consume, sin parar, esa plataforma, una de las grandes vedettes de la cuarentena?
-Lo genial del mundo es la piratería. Un clásico de Billy Wilder no está en Netflix. Un amigo mío baja películas que sólo se pueden ver en Ucrania y él las ve en Villa Crespo. Si querés ver buenas películas no pagues Amazon Prime, que es apenas un círculo un poco menos inferior que el de Netflix. Es nocivo todo esto. Hace que la gente no sepa quién es Robert de Niro. Netflix logra hacerte creer que sólo existe lo que está en su plataforma, pero es como ir a una biblioteca y que no tengan Crimen y castigo.

-¿Estás de acuerdo con que las películas de Netflix compitan por el Oscar?
-El Oscar importa menos que Netflix. Por mí que compita en cualquier cosa. Roma, por ejemplo, esa en blanco y negro de Alfonso Cuarón, compitió siendo una película aburrida, mala y pretenciosa. Igual, en el contexto de lo que la gente de Netflix ve, puede considerarse cine arte.
-Lucrecia Martel define textualmente Netflix como “el opio de un pueblo complaciente y poco aventurero a la hora de seleccionar sus consumos culturales”.
-Bueno, es una manera muy formal de decir que Netflix es el demonio. Lo peor es que se dieron cuenta que la gente agarra lo primero que le dan. Tanta gente mirando el celu en el bondi es algo que da para cometer muchas atrocidades…
-Martel dice también que Netflix resuelve “la vida sexual a un montón de parejas”, salvando a “la familia moderna” con el reemplazo de o humano por un servicio de streaming infinito.
-Eso no lo sé. Mi celular es de hace 15 años, no tengo Whatsapp, no quiero estar en “grupos” respondiendo memes ni sonriendo o viendo alguno de esos cortitos insufribles…
-¿Reparaste en que gracias a Netflix hay gente creyendo que el mejor actor del mundo es alguno de La casa de papel?
-Vi sólo un tráiler y me dije: ¡Qué feo va estar esto! ¡Hay gente que no sabe quién es Bergman! No sabe que Sam Peckinpah se puede ver, que está todo gratis en Internet. El tema es que nadie los guía. Hay enormes películas de dominio público liberadas como se libera todo durante la pandemia. ¡Dos hombres en pugna podrían ver! ¡Cine de Sidney Lumet! Esta semana encontré una película de Costa Gavras. Podés bajarte libros gratis, tenés todo, pero nadie te conduce hasta ahí.