Alguna vez fue un clásico de barrio. En los tiempos en lo que Platense tenía su cancha en Manuela Pedraza y Crámer, a solo 25 cuadras del Monumental. Y por más que después el Calamar se haya alojado en Vicente López, un barrio igualmente cercano a Núñez, las abismales diferencias entre uno y otro y el paso del tiempo sin enfrentarse, diluyó aquella “pica barrial”. De todos modos, River, de gran momento, y por más superior que se sienta, sabe que no puede confiarse ya que el equipo de la dupla técnica Orsi-Gómez viene de bajar a Racing.
River y Platense animarán el último cruce de los cuartos de final del torneo Apertura cuando se enfrenten este martes desde las 20.30 en Udaondo y Figueroa Alcorta, donde el equipo de Marcelo Gallardo luce prácticamente inexpugnable. Es que, como local, de las últimas 60 presentaciones (entre el ciclo de Demichelis y la vuelta del Muñeco), el conjunto de la banda roja apenas perdió tres: ante Huracán en 2023, Talleres en 2024 y Estudiantes en 2025.
"Que haya sintonía con el público es maravilloso...", aseguró Gallardo en su última conferencia de prensa. El hincha volvió a verse identificado con un equipo que se suelta fecha a fecha y tanto la energía que emiten los jugadores como la que baja de las tribunas se unen para formar un clima impresionante que protege al Monumental y lo hace difícil de vulnerar. Ante Platense, otra vez con el aliento de 85 mil personas, River intentará que ese efecto contagio sea un rival más para Platense, como lo fue en los últimos encuentros allí, donde el equipo de Núñez lleva cuatro victorias consecutivas (Boca, Vélez, Barracas Central e Independiente del Valle).
Ese "ida y vuelta permanente" y con "mucha cercanía" del que habló Gallardo se afianzó con los últimos resultados positivos, pero se viene construyendo desde hace años. Porque a la par de las nuevas butacas, de la unión de las gradas para formar un estadio 360°, del cambio de acústica con las tribunas inferiores, y de tantas mejoras, en Núñez también hubo una obra clave: la construcción de un fuerte futbolístico.
Y no solo es clave lo que realizan los futbolistas en la cancha, y los hinchas afuera. También, hay un factor importante que juega a favor y es un aliado para los de la banda roja: el césped híbrido. De hecho, a esa cuestión hicieron referencia los técnicos de Platense, Favio Orsi y Sergio Gómez. "No lo podés trabajar ni aunque nos den cinco días para entrenar en esa cancha", aseguraron a dúo, indicando que la fortaleza de River como local también se explica desde la órbita de la adaptación que tiene el plantel a la velocidad de la pelota.
Y Orsi agregó: "La velocidad de la pelota en la cancha de River es distinta a todas. Llevado al tenis, es como si al que juega en polvo de ladrillo lo llevan al fin de semana siguiente a jugar con un especialista en sintético".
Para los técnicos de Platense, también hay otra preocupación. ¿Cuál? Cómo marcar a Franco Mastantuono. “Vamos a poner un francotirador…Vamos a hacer la operación Fangio cuando lo secuestraron para que no compita”, bromearon. Y luego elogiaron al pibe de Azul: “Es lindo verlo. Lo enfrentamos cuando estábamos en Atlético Tucumán. Jugó por el lado nuestro, con 16 años. Tiene personalidad y se hizo cargo del juego en ese rato”. Y agregaron: “River tiene mucha jerarquía y está en un gran momento”.
De todos modos, Gallardo respetó a su rival en la previa. "Va a ser fundamental seguir creciendo en la continuidad de partidos y en éste que viene queremos llegar a las instancias finales de este torneo. Vamos a enfrentar a un muy buen equipo que ya demostró que, ante el no favoritismo, fue a la cancha de Racing y ganó. Tenemos que prepararnos bien y seguir enfocados en lo nuestro", expresó el Muñeco.
Para el Calamar, el desafío será contra el pasto y también contra la historia. El golpazo que dio en el Cilindro de Avellaneda contra Racing es un motivo para ilusionarse con otro batacazo, uno que el Marrón no consigue desde 1994, año en el que le pudo ganar por última vez a River como visitante (luego se jugaron ocho partidos, con seis derrotas y dos empates). Ojo, tampoco necesita ganar en los 90 minutos. Puede clasificar igual si empata y vence en los penales, algo que a River le cuesta mucho ya que perdió las últimas siete definiciones que disputó desde los 12 pasos.
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