El escenario es el mismo. Las tribunas están igual de cargadas. Sin embargo, el final de este partido poco tiene que ver con la noche del sábado. Racing aplasta a Colo Colo con una enorme contundencia y logra el pasaje a los octavos de final de la Libertadores, esa Copa que ganó en color sepia y que obsesiona en Mozart y Corbatta. Atrás queda la eliminación prematura en los playoffs del Torneo Apertura ante Platense, la Cenicienta marrón que llegó hasta Avellaneda a bordo de calabazas y se retiró en una carroza. Sí, así es la Academia, irregular fronteras adentro, explosivo en la área internacional.
“Fuimos campeones, ahora vamos por la Libertadores”, cantan sus hinchas cuando la goleada está consumada. Nadie lo imaginaba durante ese primer tiempo en el que sufrió ante Colo Colo. Pero floreció el gol a partir de su gran definidor. Adrián Martínez es un extraordinario artillero. Un “9” de otra época. Tiene olfato y frialdad para definir. No necesita tocar muchas pelotas, más allá de que también se mueve fuera de los márgenes del área. Bastó que quedara dos veces de frente al arco para resolver el partido.
Gracias al doblete de Maravilla, la Academia viajó al entretiempo con una ventaja holgada. Fue un resultado fuera de contexto, claro. En definitiva, Colo Colo había jugado mejor, pero Racing tuvo la eficacia que les faltó a los chilenos. Y cuando comenzó a dominar, en el último tramo del primer tiempo, se lo llevó puesto. Porque el equipo de Gustavo Costas tiene jerarquía. Y ese plus compensa algunas deficiencias en el funcionamiento colectivo.
Con la baja de Maximiliano Salas, el técnico no cambió de esquema. Continuó con el habitual esquema, un 3-4-3 en el que el pibe Ramiro Degregorio se movió por la izquierda. Y volvió Santiago Sosa, que no había podido jugar ante Platense por una suspensión. Sin embargo, lució muy desequilibrado en la primera media hora porque el ex volante de River y Atlanta United abandonaba la línea de fondo para conducir en la mitad de la cancha, donde Richard Sánchez y Juan Nardoni se mostraban intensos, pero sin perfil para la elaboración.
Bajo esta coyuntura, los ataques celestes y blancos fueron muy desordenados, con sus laterales lanzados, punzantes, pero sin precisión en los centros. Racing era puro vértigo y Colo Colo, a partir de los veteranos Esteban Pavez y Arturo Vidal, manejaba la pelota con criterio. Y Lucas Cepeda, volcado por la derecha, un revulsivo que expuso los problemas de retroceso en el conjunto argentino.
Tuvo tres chances claras Colo Colo, todas con intervención de Cepeda. Primero, el extremo cabeceó abajo del arco y apenas alto. Luego, cambió para Claudio Aquino, el ex Vélez asistió a Javier Correa y el cordobés remató por encima del travesaño. Después, el propio Cepeda se lanzó a la aventura personal y su remate pasó muy cerca del poste izquierdo de Gabriel Arias.
Se mostraba más peligroso el equipo trasandino, pero fallaba en la puntada final. Entonces, empezó a llegar Racing y Maravilla advirtió tras un error no forzado de Pavez que aprovechó Santiago Solari. Martínez quedó mano a mano, pero cruzó Alan Saldivia y Brayan Cortés manoteó por encima del travesaño.
A partir de ese instante, Racing ganó en la presión y Nardoni se corporizó en el eje. Hubo un tiro de esquina y se abrió el arco de par en par. La pelota parada derivó en un rechazo, Gastón Martirena la devolvió al área, Gabriel Rojas controló, gambeteó y asistió a Solari. Le pegó mordido el puntado, pero Maravilla le cambió la dirección a su remate con un cabezazo y venció a Cortés.
Colo Colo tuvo el empate porque se durmió a Sosa, Cepeda metió un centro atrás, pero Correa no pudo ante Arias, que mostró grandes reflejos. Sí, otra vez, los chilenos dejaron pasar una gran oportunidad. Y Racing no lo perdonó. En el último instante del primer tiempo, Nardoni filtró para Solari y Maravilla la empujó con el arco vacío tras un rebote de Cortés.
En el segundo tiempo, el partido fue a pedir de Racing, que se siente cómodo jugando directo, largo y con espacios. Y muy rápido llegó el tercero, tras un envío largo. Maravilla le devolvió la gentileza del segundo gol a Solari, Cortés tapó el primer disparo, pero el crédito de San Luis no falló en la jugada siguiente y le dio formato de goleada al duelo con los chilenos.
Recién 3 a 0 abajo, Jorge Almirón desarmó la línea de cinco. Salió Emiliano Amor, un marcador central, y entró Cristian Savala, un delantero. Sin embargo, Arturo Vidal mostró una gran falta de profesionalismo. Ya estaba amonestado cuando le hizo un gesto a la tribuna, los dedos en “V” apuntando a las dos Copas América que conquistó con la Roja. El árbitro Gustavo lo consideró una provocación, le mostró la segunda amarilla y Colo Colo se quedó con diez hombres.
Costas optó con mover el banco para que Maravilla se ganara la ovación y darle ruedo a Adrián Balboa, Luciano Vietto y Facundo Mura. Y llegó el gol de Rocky, tras otro gran desborde de Rojas. Para terminar la noche entre aplausos y sonrisas. Para superar la indigestión que provocó el Calamar.
Racing vs Colo-Colo, minuto a minuto
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Redactor de la sección Deportes, especializado en fútbol [email protected]
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