Orlando Gill volvió a ser clave en San Lorenzo. Y con sus manos, bendecidas, le dio la clasificación a las semifinales del Apertura. Es que atajó el único penal de la maratónica serie en La Paternal y se dio un gran gusto en su carrera: fue también la primera ejecución que tapó en partidos oficiales desde que debutó en Primera.
Al penal 18 que le patearon en su trayectoria, Gill pudo atajar el primero. Le habían ejecutado 9 cuando atajaba en Sportivo San Lorenzo de Paraguay, 1 en la Sub-20 de su país y los 8 de este lunes por la noche en el Diego Armando Maradona.
"Fue un partido muy difícil, nos hicieron un gol en la última jugado, pero metimos todos los penales, con mucha confianza, y se nos dio la clasificación. Y por suerte pude atajar uno", comentó el arquero paraguayo. Y agregó: "Este equipo tiene sangre y huevos y está para grandes cosas. San Lorenzo vino a buscar la clasificación y la logramos".
Y agregó: "Este equipo tiene sangre y huevos y está para grandes cosas. San Lorenzo vino a buscar la clasificación y la logramos".
La lesión de Facundo Altamirano (fractura de cúbito del brazo izquierdo) en el primer amistoso de verano, ante Nacional, le abrió las puertas del arco a Orlando Gill, este paraguayo de 24 años casi sin experiencia en la máxima categoría que había llegado en 2024 y que había sumado minutos en la Reserva subcampeona.
Mientras los dirigentes miraban para Europa o buscaban al costarricense Keylor Navas, que no arribó por una cuestión económica, Russo se plantó, no lo convencía ningún nombre y se la jugó por el guardameta paraguayo.
Gill debutó como titular en el primer equipo de San Lorenzo en la última fecha del campeonato pasado, contra Tigre (fue derrota por 1 a 0). Entró por Altamirano en el complemento contra Nacional, en un partido de pretemporada y atajó contra Peñarol y contra Independiente del Valle. En este último amistoso atajó un penal y el Ciclón ganó la serie para terminar invicto y sin recibir tantos en su estadía en Uruguay.
Luego de esto, Russo confirmó que le daría continuidad en el arco y la dirigencia hizo efectiva la compra de la mitad de su pase en 500 mil dólares. El resto es historia conocida. Gill se afianzó en el arco azulgrana y sus manos dan frutos.
Orlando Gill le adivinó el palo a Maxi Romero y tapó un penal clave. (Fotobaires)