Luis Enrique Martínez García, conocido y adoptado por el mundo del fútbol como Luis Enrique, fue un guerrero dentro de la cancha, a la vez que un aguerrido goleador, a pesar de que se destacaba jugando en el mediocampo con las camisetas del Barcelona, Real Madrid y la selección de España, las únicas tres que vistió como jugador, además de la del Gijón, su ciudad. Esa impronta la llevó a su trayectoria como DT, y está claro que también guia su vida.
Este jueves 8 de mayo cumple 55 años de edad, un día después de lograr lo que pocos pensaban: su PSG, ya sin Mbappé ni las luminarias de otros tiempos, eliminó al Arsenal de Inglaterra ganándole los dos partidos de las semifinales, y jugará la final de la Champions League contra el Inter del argentino Lautaro Martínez.
Será su chance de volver a ser campeón de Europa tras aquel Barça imperial de la MSN con Messi, Suárez y Neymar, que en la temporada 2015 ganó todo lo que jugó. Además, la oportunidad de hacerle un guiño a su hija Xana, fallecida en agosto de 2019 víctima de un cáncer.
Es un hombre fuera de lo común Luis Enrique. Sorprendió corriendo maratones y triatlones cuando lo señalaban como el mejor entrenador del mundo. Jugó tres mundiales en los años noventa y fue a Qatar 2022 como DT: de su aventura por Medio Oriente se recuerdan sus paseos en bicicleta y sus innovadores streamings, desacartonados y risueños, a pesar de que tenía que analizar la irregular campaña de su equipo, derrotado en octavos.
Muestra mucho de su personalidad en la miniseria autobiográfica "No tienes ni p... idea", producida en España y que puede verse por Prime Video. Lo definen como un hombre complejo, brillante y extremadamente exigente. Por eso no sorprende verlo en una secuencia a los gritos contra Mbappé, tratando de motivarlo y retándolo a la vez, explicándole que necesitaba un mayor esfuerzo de su parte en materia defensiva. El pobre Kylian se terminó yendo al Real Madrid para ganar la Champions, cansado de fracasar en París, y el destino le devolvió una pared al técnico, que sin el crack está a 90 minutos de dársela por primera vez al PSG.

Pero a Lucho no se lo ira sólo por (todo) esto. La muerte de Xana, víctima de un cáncer cuando tenía apenas 9 años de edad, fue un golpe del que el asturiano logró salir mostrando una fortaleza tan extraordinaria como conmovedora. El mundo del fútbol lo acompañó en esos meses de angustia, que lo obligaron a alejarse por un tiempo de la Selección "por motivos familiares", hasta su vuelta.
La hija del entrenador español perdió la vida a los 9 años de edad como consecuencia de un osteosarcoma, un tipo de cáncer que ataca a los huesos y afecta especialmente a los niños.

Fue en su miniserie que Luis Enrique habló como nunca de la muerte de Xana, y su mensaje dio la vuelta al mundo: "Yo me considero un afortunado, soy muy afortunado. Mi hija vino a vivir con nosotros nueve años maravillosos", expresó con entereza.
"Tenemos mil recuerdos de ella, videos, cosas increíbles. Mi madre no podía tener fotos de Xana. Hasta que llegué a casa y le dije ‘¿por qué no hay ninguna foto de Xana, mamá?’ ‘No puedo, no puedo...’, me decía. ‘Mamá, tienes que poner fotos de Xana, Xana está viva’, le contesté", cuenta Luis Enrique en su miniserie.
Luego, el ex entrenador del Barcelona continuó hablando de su hija: "En el plano físico no está, pero en el plano espiritual sí está. Porque cada día hablamos de ella, nos reímos y la recordamos. Porque yo pienso que Xana todavía nos ve. ¿Cómo quiero que Xana piense que vivimos esto...?".
Luis Enrique conquistó a los parisinos con el PSG pero también con sus conferencias de prensa. En las primeras, tratando de aprender el francés y burlándose de sus dificultades. Hace poco, felicitando a una periodista que estaba haciendo una pasantía por la pregunta que le había hecho. Y en otro momento hablando de un tema que para él es natural y cotidiano pero que deja un nudo en la garganta: su recuerdo de Xana.

"Tengo un recuerdo increíble, porque a mi hija le gustaban mucho las fiestas y estoy seguro que donde está sigue haciendo fiestas", contestó en una de las salas del club parisino. Y siguió: "Recuerdo una foto que tengo increíble con ella en la final de la Champions en Berlín, después de ganar la Champions en 2015, clavando una bandera del Barcelona en el campo. Tengo el deseo de poder hacer lo mismo con el PSG".
"No estará mi hija, no estará físicamente, pero estará espiritualmente, y eso para mí es muy importante. Tengo la motivación de continuar adelante con lo que la vida me da, compartiendo con mi familia", concluyó el español.
Nada me alegraría más que Luis Enrique gane la Champions y pueda clavar la bandera del PSG en el campo en honor a su hija Xana pic.twitter.com/9G1XR2PC96
— Ju@n🍍 (@juanborrego98) May 7, 2025
Junto a su esposa, Elena Cullel, y sus dos hijos mayores, Pacho y Sira, el técnico se comprometió en la lucha contra el cáncer y en marzo de 2024 decidió crear la "Fundación Xana". El objetivo principal es ofrecer una asistencia integral y un acompañamiento a niños y jóvenes afectados por enfermedades graves y brindar apoyo a sus familias. Además, cuenta con programas propios, colabora y financia proyectos externos que estén relacionados con la causa.
En una transmisión en su canal de Twitch, el propio Luis expresó: "La Fundación Xana nace con el propósito de ayudar a todas aquellas personas que, desgraciadamente, pasan por estas experiencias y no tienen recursos para acompañar a sus hijos. En nuestro caso, tuvimos la suerte de poder dejar nuestros trabajos y dedicarnos al cien por cien a Xana en su proceso. Queremos ayudar a esas familias y acompañarlas".

La final de la Champions entre PSG y el Inter se disputará en el Allianz Arena de Múnich el sábado 31 de mayo desde las 16 horas de Argentina y a pesar de que vestido de azul y negro estará Lautaro Martínez será muy difícil no hinchar un poquito por Luis Enrique, el técnico que conmovió al mundo.
Mirá también
Newsletter Clarín
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas especializados
QUIERO RECIBIRLO