window.addEventListener('keydown', function(e) { if(e.key === 'Escape'){ e.preventDefault() } });
Noticias hoy
    En vivo

      Eugenia Bosco apunta a Los Ángeles 2028 luego de sanar su herida más profunda: “Era algo que estaba inconcluso en mi vida”

      • La velista argentina, ganadora de la medalla olímpica de plata junto a Mateo Majdalani en París 2024, habla de la denuncia por abuso sexual contra un ex entrenador.
      • "Si no lo tuviese muy procesado y trabajado, no daría esta nota", cuenta en diálogo con Clarín en la previa de su regreso a la competencia.
      • Mientras la causa sigue su curso, la dupla avanza rumbo a los próximos Juegos Olímpicos: "Soñamos con el oro".

      Eugenia Bosco apunta a Los Ángeles 2028 luego de sanar su herida más profunda: "Era algo que estaba inconcluso en mi vida"Eugenia Bosco con Clarín en el Club Náutico San Isidro. Foto: Maxi Failla

      "Preguntame lo que quieras. Si no lo tuviese muy procesado y trabajado, no daría esta nota. Esa es la verdad. Obviamente, al principio no quise hacer entrevistas porque el momento de la denuncia fue un boom y necesitaba alejarme un poco, pero te repito que lo tengo recontra trabajado. No lo hubiese hecho público si no estuviera tan segura".

      Eugenia Bosco tenía 23 años cuando en medio de la pandemia se puso a ver "Athlete A", el documental de Netflix que retrata los casos de abuso sexual perpetrados por Larry Nassar, médico del equipo olímpico de gimnasia artística de los Estados Unidos, contra cientos de gimnastas menores de edad. Y la velista argentina, ganadora de la medalla de plata olímpica en París 2024 junto a Mateo Majdalani en la clase Nacra 17, desbloqueó un doloroso recuerdo de la infancia.

      Leandro Tulia, conocido en el ambiente náutico como "Carozo", uno de los entrenadores del Yacht Club Olivos que tuvo en Optimist -categoría de hasta 15 años en la que compiten los niños cuando empiezan a navegar-, la abusó cuando tenía entre 11 y 12 años. Pasó días llorando, muy angustiada, tuvo miedo de ser juzgada si iba a la Justicia, por momentos se sintió culpable y hasta tuvo vergüenza. En medio de todo este cúmulo de sensaciones negativas que la abordaban, encontró fuerzas para continuar con la campaña rumbo a París y obtuvo esa medalla de plata histórica.

      -Con un tema tan pesado en la cabeza, ¿cómo hiciste para mantener el enfoque con lo demandante que es física y mentalmente una campaña olímpica?

      -Cuando hice la denuncia, al toque me volví a Europa. Eso ayuda mucho. Ayuda mucho no estar en Argentina porque podés aislarte. Obviamente tuve acompañamiento: lo trabajé con psicólogos y hablé mucho con mis viejos sobre cómo tratar de evadir esos pensamientos negativos. Porque muchas veces vuelven a la cabeza y les tenés que decir: 'No, salí de acá, no es el momento'. Fue difícil, pero al final había un objetivo tan grande que, si algo te está frenando, no podés estar pensando en eso. Así funciona mi cabeza. Pude poner el tema a un costado y cerrarlo por un rato. Después de los Juegos, cuando ya estaba cumplido el objetivo, me volvió a dar vueltas y necesitaba solucionarlo.

      La celebración de Bosco junto a Majdalani tras ser plata olímpica. Foto: ReutersLa celebración de Bosco junto a Majdalani tras ser plata olímpica. Foto: Reuters

      -¿Te ayudó la medalla y la repercusión que tuvo lo de París para encontrar el momento justo y animarte a hacer la denuncia?

      -Sí, totalmente. Hay un tema muy importante: la madurez mental. Yo tuve mi proceso y me llevó mucho tiempo. Si me preguntabas hace un año, no estaba para hacer la denuncia. Uno pasa por un montón de etapas: vergüenza, miedo, aceptación, dudas. Hay todo un tema psicológico detrás. La medalla me dio esa fuerza para ir y gestionarlo de otra manera. Cada uno tiene su proceso. A mí me llevó un tiempo. Hay gente que se da cuenta al toque y hay gente a la que le lleva toda la vida.

      -¿Sentís que te sacaste un peso de encima?

      -Sí. Era algo que estaba inconcluso en mi vida, algo a lo que necesitaba darle un cierre para sanar esa herida que estaba abierta. Fueron meses intensos de mucha incertidumbre. Costó llevarlo adelante, pero hacerlo público te ayuda a sanar porque sabés que hay mucha gente en tu situación y que seguramente estás ayudando a otras personas. Me hizo bien. El caso sigue avanzando, está en curso. Son cosas que llevan tiempo, así que por lo pronto sigue ahí.

      En primera instancia, mientras se espera una respuesta de la Justicia a la apelación presentada por la fiscal Lida Osores Soler, la denuncia de Bosco fue considerada prescripta, ya que el hecho denunciado ocurrió antes de la sanción de la Ley Piazza 2011. Esta norma establece que el período de prescripción por delitos contra la integridad sexual de menores no comienza a correr hasta que la víctima cumple 18 años. De todos modos, hay denuncias de otras tres mujeres contra Tulia y el testimonio de la medallista olímpica, como mínimo, podría funcionar como prueba del modus operandi del acusado, además de influir en la tipificación de otros delitos que no hayan prescripto.

      -¿Qué esperás que suceda con el caso?

      -Que se haga justicia.

      Leandro Tulia, al momento de la detención. Foto: Policía bonaerenseLeandro Tulia, al momento de la detención. Foto: Policía bonaerense

      -¿Cómo te llevaste con la gran repercusión que generó la denuncia? Recibiste mensajes de apoyo y otros no tan lindos, imagino.

      -Si, obvio. Eso es lo bueno de que la gente sepa quién sos, que sepan que no es todo color de rosas, que estas cosas pueden pasar en cualquier ámbito. Los primeros días fueron una locura y me mantuve alejada de las redes sociales. Nunca leí los comentarios porque es algo muy personal. Yo sabía lo que estaba haciendo y al final es mi verdad y las de las otras chicas. Entonces no iba a hacer algo que me generara daño, como leer comentarios de gente que no tiene ni idea. También me sentí apoyada. Muchas personas que no conozco y que vivieron una situación similar me escribieron y me compartieron su situación. Se generó un buen cambio.

      -¿Qué cambio?

      -En la náutica ya se empiezan a observar cambios. Me escribieron de muchos clubes que están trabajando con los entrenadores para que sepan cómo manejar estas cosas, cómo tratar con niños. Y sé que implementaron el trabajo con psicólogos. También me escribieron de la Federación (Argentina de Yachting), que realiza cursos para darles herramientas a los adultos, quienes muchas veces no saben cómo abordar estos temas. Es algo que no se conoce mucho y me parece que está buenísimo que se haga, porque no está tan trabajado en la náutica, que es un deporte diferente a los demás porque los chicos pasan fines de semana enteros en el club. En mi caso, me quedaba a dormir en el club. Entonces el vínculo del entrenador con los chicos es muy fuerte. La Federación me incluyó en un Comité en el que se charlan estos temas y desde la denuncia tenemos un o más cercano, tanto yo como las otras chicas que denunciaron. Dentro de lo malo hay que ver lo bueno.

      -¿Qué sensaciones fuiste atravesando en todos estos meses?

      -Al principio fue muy duro. No es algo fácil... es difícil realmente. A mi me costó mucho ir y contar mi verdad, enfrentar la situación. Por suerte estuve acompañada de mis papás. De hecho, mi viejo me acompañó a hacer todo el trámite. Después, cuando salí de ahí, fue un gran alivio. Y a medida que el caso avanza, siempre la sensación es de mayor alivio. O sea, saber que hice lo correcto, saber que seguramente estoy ayudando a otros porque si no lo hubiese hecho quizás esa persona seguiría en su cargo... O, mejor dicho, seguramente seguiría en su cargo con muchos chicos bajo su mando. También me genera satisfacción que se le esté prestando atención a todo esto.

      Mientras sigue atenta la causa judicial y tras unas largas pero necesarias vacaciones, Eugenia Bosco comenzó junto a Mateo Majdalani la preparación para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Lo había anticipado Majdalani en una entrevista para Clarín tras consagrarse campeones de los Panamericanos de Santiago de Chile 2023: "La verdad es que lo veo. Hoy no estamos pensando en eso, pero lo natural seria intentar unos Juegos más. La vida del deportista depende de los resultados, pero si se dan las posibilidades y seguimos disfrutando, hay que considerarlo porque no es fácil formar estos equipos y tener posibilidades". Y así será. Sin embargo, todavía hay tiempo de saborear un poco más una medalla de plata que tuvo sabor a oro.

      "Lo de París fue increíble. Trabajamos un montón para llegar ahí. Hace ocho años que estamos con Mateo. Y encima se dio el resultado. Igualmente, si hubiéramos quedado cuartos también estaríamos orgullosos del camino que hicimos porque fue un trabajo muy duro", describe Bosco, de 27 años y formada en el Club Náutico San Pedro.

      -¿Qué recuerdos te quedan de ese momento?

      -Fue todo una locura. Llegamos del agua y fue tanta la emoción que no me acuerdo mucho. Sí me acuerdo llegar en la Medal Race y no poder creer que habíamos ganado una medalla, pero después te perdés un poco entre las entrevistas, la familia y toda la locura que se generó. En Argentina lo mismo: estuvimos un mes, con entrevistas de acá para allá, fuimos a mil programas y los días volaron. Lo que me quedó grabado fue algo que pasó al día siguiente: fuimos a la embajada argentina en París y el embajador dio un discurso espectacular. Hay un museo en la embajada que recuerda a todos los medallistas argentinos de la historia argentina y nos dijo: "¿Son conscientes que ahora son parte de la historia, que van a estar en este museo y dentro de 100 años los van a ver otros atletas y van a pasar muchas personas por este mismo patio que los van a ver a ustedes?". ¡Guau! Es muy fuerte lo que me estás diciendo.

      -Y te eligieron junto al "Maligno" Torres para ser abanderada en la ceremonia de clausura en París. ¿Cómo fue ese momento?

      -Estuvo muy bueno. En el desfile te hacían recorrer todo el estadio. Nos hicieron dar una vuelta enorme que estuvo muy buena y pasamos por diferentes lugares. La pasamos bien, nos reímos, vimos mucha gente. Estuvo súper. Hubo un momento muy gracioso: nos dijeron que lleváramos la bandera inclinada, porque si no no íbamos a poder pasar por la entrada y en el momento no me di cuenta, se me trabó en la entrada y frené a toda la fila, como a unas cien personas que venían con el impulso porque nosotros éramos unos de los primeros países. Una anécdota nomás, pero nos reímos mucho. Después no pudimos ver a muchos atletas porque como era el cierre muchos ya se había ido de París. No quedaba mucha gente.

      Eugenia Bosco junto a José Torres Gil, campeón olímpico en BMX Freestyle. Foto: COIEugenia Bosco junto a José Torres Gil, campeón olímpico en BMX Freestyle. Foto: COI

      -¿Y qué tal con el "Maligno"?

      -Súper bien. Re buen pibe. Hablamos un poco de su evento, de cómo es el BMX. Le conté que lo habíamos visto en la tele. Él también me preguntó cómo era la vela porque no tenía ni idea. Estuvimos charlando cada uno de su deporte y eso estuvo buenísimo. De hecho, nos quedó el o y cada tanto intercambiamos algún mensaje. En la ceremonia nos fuimos turnando con la bandera y nos reímos bastante.

      París 2024 aparece en el espejo retrovisor y Majdalani y Bosco ya se pusieron otra vez en marcha con nuevos objetivos por delante. "Fueron unas buenas vacaciones, que teníamos previstas porque Mateo fue padre y disfrutó un poco más de Argentina. Aunque quizás no estuve tanto en el país, también tuvo tiempo para estar con mi pareja, con mis amigos, disfrutar otras cosas que quedan en un décimo plano cuando estás en campaña. Ahora volvimos a navegar y también está bueno. Ya estábamos con ganas de arrancar", sintetizó Bosco. Volverán a competir cuando este martes comience el Campeonato Europeo en Tesalónica, Grecia.

      -¿Cómo fueron estas primeras semanas y meses de entrenamiento nuevamente en el agua?

      -Primero estuvimos entrenando nosotros solos en Valencia para volver a tener sensaciones y sumar horas en el agua. Vamos de a poco porque los primeros días estás muerto y te duelen músculos que no te acordabas que te dolían. No hay nada que hagas en el gimnasio que se compare con la sensación de navegar, pero por suerte el cuerpo tiene memoria y se va adaptando. Entrenamos con un equipo de españoles que corren para Australia. Y hay que generar alianzas, que de eso se trata la vela. La campaña pasada estuvimos entrenando con los suecos. Creo que vamos a seguir con ellos y siempre en la mira de nuevos compañeros.

      -¿Qué objetivos se trazan para este primer año?

      -Además del Europeo, vamos a ir al Mundial, que es en Cagliari en octubre. Para volver a arrancar, eso está bien. Van muchos barcos al Europeo, así que está bueno para medirnos. Obviamente a todos los campeonatos queremos ir a ganar, pero también nos va a servir para tantear la flota por primera vez después de los Juegos. Hay tripulaciones nuevas que no conocemos y otras que siguen navegando de la campaña anterior. Estamos arrancando otra vez el ciclo olímpico y no hay que quemar el primer año, sino ir de a poco para no saturarnos.

      -Casi que lograron lo máximo en París. ¿Cómo se encuentra la motivación para encarar otra vez el proceso de cuatro años de una campaña olímpica?

      -Soñamos con el oro. Obviamente que primero hay que clasificarse, pero ese es nuestro máximo objetivo. Apuntamos de nuevo a un podio y siempre se sueña con el oro. Esa es la motivación. El ciclo recién arranca y hay que ir paso a paso, año a año. Primero está la clasificación, para la que encima falta un montón, porque es en 2027. Arrancamos la campaña desde otro ángulo con una medalla, pero no hay que dormirse en los laureles. Eso es lo más difícil. Hay que seguir empujando y trabajando porque no es que la medalla te asegura algo para lo que viene. Es verdad que estamos con una mejor estructura y que la base la tenemos, pero hay que seguir metiéndole para adelante.

      Majdalani y Bosco compartieron el podio de París 2024 con los equipos de Italia (oro) y Gran Bretaña (bronce). Foto: XinhuaMajdalani y Bosco compartieron el podio de París 2024 con los equipos de Italia (oro) y Gran Bretaña (bronce). Foto: Xinhua

      -¿Tienen que trabajar en lo mental para que la cabeza no se vaya más allá y realmente ir paso a paso?

      -La vela tiene tantas cosas para trabajar que te obliga a ir poco a poco. Estamos trabajando y probando nuevas cosas para lo que viene. A la parte física le estamos tratando de meter a full porque al final son cuatro años, pero es algo que lleva mucho tiempo. O sea, se pierde rápido y cuesta mucho ganarlo: entonces hay que ir metiéndole horas. También vamos planteando pequeños objetivos según la época. Ahora es volver a estar en el barco. Ya tenemos material probado, ya sabemos que hay cosas que funcionan y otras que no;; entonces es volver a navegar y seguir investigando.

      -¿Planean ir a Los Ángeles próximamente?

      -Si, seguramente para conocer el lugar de los Juegos.

      -¿Este año?

      -Creo que este año no, pero más temprano que tarde vamos a ir a Los Ángeles. Tenemos amigos y gente conocida que va seguido para allá y vamos juntando información sobre el lugar, lo que siempre es importante. También pensamos buscar un lugar en Europa que sea lo más similar posible a Los Ángeles para poder entrenar y tener unas condiciones parecidas.

      Es el principio de un camino que espera por otro final feliz.


      Sobre la firma

      Juan Nicolás Branz
      Juan Nicolás Branz

      Redactor de la sección Deportes [email protected]

      Bio completa

      Tags relacionados