Barcelona e Inter empataron 3-3 en un partidazo y el pase a la final de la Champions se definirá en Italia

Por partidos como el que empataron 3 a 3 Barcelona e Inter la Champions League es el segundo mejor torneo del planeta, tan solo por detrás del Mundial de selecciones. Y la clave es que los equipos que juegan las instancias finales entienden el deporte como un espectáculo y por él se brindan. También, y dato no menor, son los futbolistas y los entrenadores más fabulosos los que se desempeñan en Europa.

En el estadio Olímpico Lluís Companys de Cataluña chocaron el mejor ataque (Barcelona, con 37 goles convertidos) contra la mejor defensa (Inter, con apenas 5 recibidos). Pero es tan maravilloso e impensado el fútbol que Marcus Thuram metió un taco memorable a los 30 segundos para poner el 1-0 para los visitantes. Sí, los que se iban a defender golpearon en el amanecer para sorpresa de todos. Y todo de agrandó aún más con el 2-0 de Denzel Dumfries (pirueta adentro del área tras un cabezazo al medio).

Nadie imaginó un 2-0 para Inter a los 20 minutos del primer tiempo y sin participación preponderante de Lautaro Martínez. Los italianos son, desde hace un par de años, el equipo más incómodo de Europa, privilegio asignado al Atlético de Madrid del Cholo Simeone un tiempo antes. ¿Juegan parecido? Solo en la faceta defensiva porque los comandados por Simone Inzaghi suelen ser más generosos a la hora de atacar y de salir jugando por abajo.

El escenario era el peor para el Barça hasta que irrumpió Lamine Yamal, la aparición más impactante desde el renacer Lionel Messi en 2004. Parece un bailarín el juvenil español de solo 17 años y que este miércoles ya cumplió 100 partidos: danza con la pelota en los pies. Y es maestro, además: hace bailar a los rivales. Pasarán los años y al lateral Federico Dimarco le recordarán la jornada en que lo padeció. No sabía cómo hacer para pedir ayuda el también internacional con Italia, que fue reemplazado en el complemento. El gol del descuento fue una obra de arte al ángulo de Lamine que pudo ser superada por otra minutos después, pero un zurdazo chocó con el travesaño. Una sensación: el atacante de raíces marroquíes tendrá enamorado cómo mínimo a un par de generaciones de niños; su nombre será, claro está, una empresa multinacional.

Se refugió demasiado Inter con la ventaja y profundizó al extremo su libreto. Creyó aguantar con el agrupamiento y no le resultó porque Yann Sommer atajó muchas, pero no pudo hacer nada en un mano a mano de Ferrán Torres, que quedó solo luego de que la bajara de cabeza Raphinha. El empate era más que merecido.

Al segundo tiempo no salió a jugar Lautaro con una molestia en el posterior del muslo de la pierna izquierda y se perdería la vuelta. Igual, Inter intentó plantarse unos metros más adelante y ya no lo abrumó el local, más allá de que siguió siendo mejor. Dumfries sacó provecho de otra pelota parada para el 3-2 y en la acción posterior volvió a empatar el Barça con un tanto de laboratorio. ¿Cómo fue? Pedri metió un córner a la medialuna, Yamal la dejó pasar y Raphinha por atrás la estrelló; la pelota rebotó en el travesaño y chocó con la espalda del arquero Sommer antes de meterse.

Luego, el duelo se hizo de ida y vuelta. Estuvo cerca Inter con un par de contras. Y a Yamal le restaba la última de sus magias: la picó desde muy lejos y el balón chocó con el palo.

Fue un partidazo y fue empate. Lo bueno: el martes habrá revancha. "Todo puede pasar", resumió Raphinha luego del empate. Y es una gran verdad...

Fuente: UEFA