Quien tiene (o tuvo) hijos chicos lo sabe: desde el momento en el que se duermen se dispone de un pequeño lapso de tiempo en el que uno puede ocuparse plenamente de sus asuntos, o de distenderse. Para muchos, esas horas clave son las que les permiten trabajar o cumplir tareas pendientes. En definitiva, es el momento en el que se desconectan de los cuidados.
Sin embargo, si se atiende una advertencia que proviene de un investigador de la Universidad de Australia del Sur, se debería dedicar un momento a monitorear la respiración de los chicos.
Y es que según el profesor Kurt Lushington, el hecho de saber lo que ocurre mientras los chicos duermen no solamente es importante, sino que puede ayudar a prevenir trastornos respiratorios del sueño que tienen el potencial de impactar en su comportamiento y en su salud.

"Durante el sueño, los músculos que mantienen rígidas las vías respiratorias superiores se relajan y, como consecuencia se estrechan, lo que puede provocar ronquidos, resoplidos o, en casos graves, su obstrucción completa", advierte Lushington en la investigación “Trastornos respiratorios del sueño en niños: ¿qué síntomas consideran los padres un problema">