"Levante la mano quien tiene una panadería a media cuadra o menos de su casa"
En el marco de las charlas con adolescentes hago esta pregunta, miro a los ojos a quien levanta la mano, juego al chiste de que soy vidente y hago el siguiente planteo:
"Supongamos que tu papá o mamá te piden: 'Mica, andá a comprar el pan', mientras vos estás en la cama, con el celu y una botella de agua porque hace calor, a lo que respondés "me da paja".
Los chicos se ríen, la protagonista pone cara de asombro y explico, a ellos, a ustedes, claro está, no soy vidente, simplemente trabajo todos los días de mi vida desde hace más de 30 años con chicos y familias.
Estamos criando y creando una generación de adolescentes apáticos, abúlicos, en conexión absoluta con los monitores y con escasa conexión a las emociones. Con el acento puesto en los resultados y una dificultad enorme en encarar los procesos.
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Video: La generación "medapaja": adolescentes apáticos y desganados
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En los meses de verano, por ejemplo, uno de los puntos de conflicto esenciales es que los chicos pasan días y noches (aunque en realidad de día duermen hasta entrada la tarde), conectados a las pantallas.
No quiero caer en esta cuestión de que todo tiempo pasado fue mejor (porque tampoco lo creo), pero en este punto, cuando yo tenía 14 años (hace apenas cuatro décadas), no había redes sociales ni pantallas, sólo teléfonos fijos, si es que funcionaban.
Entonces salía a recorrer las casas de mis amigos, tocaba timbre a ver quién podía juntarse para pasar tiempo haciendo algo divertido.
Hoy a los chicos y chicas, con toda la tecnología a disposición como trampolín maravilloso para generar el encuentro, les pasa que "el exceso de fácil se les hace difícil".
Horas viendo si hacen algo, chequeando si alguien "pone casa" y, finalmente, cada quien por su cuenta, solos y solas con las pantallas.

Al don pirulero, cada cual atiende su juego, o sea, el de la vuelta en círculo alrededor del no poder concretar. Cuando les pregunto a mis pacientes adolescentes "¿Qué onda el finde? ¿Hiciste algo lindo?" Muchas veces la respuesta es: "No armamos nada, nos dio paja".
Entre la multitud de las redes sociales, armar un programa de dos o tres les parece poca cosa. Entonces se suelen quedar en compañía de sus teléfonos celulares, muy pero muy aburridos.
Estamos criando y creando, señoras y señores, a la generación del "medapaja".
Escribí hace unos meses acerca del síndrome de álbum lleno, ese empacho de confort en los primeros años de vida es la precuela de esta generación.
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Hiperfacilitación que se da desde los padres a partir de la creencia de que van a tener ya tiempo para sufrir, entonces ahora no hay límites, que no sufran, y cuidado: los discapacitamos, les quitamos la posibilidad de apasionarse, los dejamos sin la herramienta esencial para adentrarse en el mundo adulto.
Lo fácil termina siendo aburrido, y en el plano de lo virtual las cosas suelen ser más sencillas.
En lo interpersonal no es tan simple. Mirar a los ojos no es igual a interactuar en las pantallas. Los chicos tienen una frase que me da ternura y que además es muy precisa. "Vos sos puro teclado", así se refieren a aquellos/as que alardean en las redes sociales pero en el cara a cara "arrugan".
Lo esencial es: son hijos nuestros, no salieron de un repollo, son hijos de las generaciones de la comodidad. Lo fácil nunca es bueno, lo bueno nunca es fácil.