El 14 de marzo de 2025 ocurre el primer eclipse del año. Se trata de un eclipse lunar total y, por lo tanto, se perfecciona el mismo día que la Luna llena del mes. El fenómeno se da en el grado 24 en el signo de Virgo, el opuesto complementario a Piscis, donde el Sol está por terminar su recorrido.
La astróloga Lourdes Ferro conversó con Clarín sobre el significado astrológico de un eclipse lunar. Antes, es importante recordar qué distingue a los tipos de eclipses.
La NASA explica que un eclipse lunar se produce cada vez que la Tierra se interpone temporalmente entre el Sol y la Luna. Existen tres tipos de eclipses de Luna: pueden ser totales, parciales o penumbrales.
Un eclipse lunar total, como el del 14 de marzo en Virgo, se distingue porque la Luna se posiciona en la “umbra”, la parte interna de la sombra de la Tierra. Es el eclipse lunar más vistoso, ya que la Luna adquiere una tonalidad rojiza o naranja, por eso a menudo se le llama "luna de sangre".
Por otro lado, el eclipse lunar parcial se produce cuando la Luna pasa solo a través de una parte de la umbra de la Tierra.
Por último, el eclipse lunar penumbral es el más imperceptible de los tres. En este caso, la Luna no alcanza a ingresar en la “umbra”, sino que recorre la tenue parte exterior de su sombra, la "penumbra".
Lourdes Ferro explicó que la astrología presta especial atención a los eclipses debido a los cuerpos celestes que participan en el fenómeno: el Sol, la Luna y la Tierra. Los tres son centrales en esta disciplina y tienen un profundo significado astrológico.
Si una Luna llena común se considera una de las fases más importantes del mes, cuando sucede dentro de un eclipse, la energía natural de ese plenilunio se intensifica.
“Un eclipse de Luna es un buen momento para concretar, para ordenar nuestra materia, porque los mayores involucrados son la Luna y la Tierra, entonces, en el próximo eclipse lunar, asegurate de tener algo en mente que quieras materializar”, aconsejó la astróloga.
La propuesta a “materializar” se acentúa especialmente gracias a que el eclipse lunar se produce bajo el signo de Virgo, perteneciente al elemento tierra. Al igual que Capricornio y Tauro, la energía virginiana posee una conexión profunda con la solidez, la estabilidad y la concreción de objetivos; aunque se distingue de los otros dos signos por su mirada puntillosa, servicial y, a menudo, hipercrítica.
Parte de esa propuesta energética se seguirá desplegando a lo largo de este año y el siguiente. Esto se debe a que los nodos lunares se ubican en el eje Piscis-Virgo y se mantendrán allí hasta agosto de 2026. Por eso, a excepción del eclipse solar del 29 de marzo de 2025 en Aries, todos los eclipses de este año y el primero del año que viene serán en Virgo o en Piscis.
En detalle, si querés saber más sobre el eclipse lunar total en Virgo del 14 de marzo, podés mirar acá cuáles son los aspectos planetarios que habrá a lo largo de la jornada.
La energía de Virgo regirá los dos eclipses lunares del 2025 y el primero del 2026. Foto: ilustración Shutterstock
