Redacción Clarín
Staffan Ahrenberg, un coleccionista sueco de arte contemporáneo, conocía perfectamente los libros de arte con un diseño encantador de Cahiers d’Art, entre éstos un famoso catálogo de obras de Picasso con anotaciones de Christian Zervos, de la biblioteca de su padre.
Un día, al pasar por la galería en 2010, entró y formuló dos preguntas: "¿Quién es el dueño de Cahiers d’Art">