Esta receta rinde 1 frasco de 1 kilo aproximadamente.
Lavar las frutas en agua fría, limpiarlas con un cepillo y secarlas bien Extraer el jugo. Separar las semillas y guardarlas en una bolsita de gasa.
Cortar la corteza de las frutas en cubitos chiquitos. Colocar todo (jugo, cubitos y bolsita de gasa) dentro de un recipiente de acero inoxidable. Agregar el agua (se calcula 1 vaso por fruta), cubrir con papel aluminio y dejar macerar hasta el día siguiente
Al día siguiente, volcar la mezcla dentro de una cacerola, cocinar a fuego mediano, revolviendo de tanto en tanto. Cuando rompa el hervor, cocinar 50 minutos más a fuego lento.
Colocar nuevamente en el recipiente de acero, volver a cubrir con papel aluminio y dejar reposar hasta el día siguiente.
Al tercer día, agregar el azúcar, dejar que se disuelva (tarda unas 3 horas), llevar al fuego, mediano, hasta que vuelva a hervir, revolviendo de tanto en tanto.
Cocinar a fuego lento 1 hora más.
La mermelada debería tener un color ámbar y la pulpa de la corteza debería estar bien tierna. Para verificar la textura de la mermelada, colocar una cuchara de mermelada en un plato frío y torcer el plato. Si la mermelada se queda en su lugar ya está lista. Si chorrea por el plato le falta cocción. Retirar la muselina con las semillas, dejar enfriar y distribuir la mermelada en en frascos esterilizados.