La limonada con menta y jengibre se ha convertido en parte del menú en bares y restaurantes. Hace más de mil años, ya se disfrutaba una versión de limonada elaborada con agua, miel y jugo de limón en Egipto. Con el tiempo, la bebida se expandió y se convirtió en un ícono del verano en distintas culturas. Su preparación es sencilla pero lograr el equilibrio perfecto entre acidez y dulzura requiere precisión. Más que una simple mezcla, es el resultado de siglos de tradición, ideal para acompañar cualquier momento con su frescura inigualable.
Ingredientes
- 2 centímetros de raíz de jengibre
- 10 hojas de menta
- Jugo de 4 limones
- 1 litro de agua filtrada
Preparación
Paso 1
Raspar 2 centímetros de raíz de jengibre y cortar dos rodajas.
Paso 2
Lavar la menta y separar las hojas.
Paso 3
Licuar de jugo de limón recién exprimido junto con el jengibre, 2 cucharaditas de miel (o azúcar o edulcorante), unas hojita de menta y un litro de agua mineral. Para los que gusten del estilo “frozen”, sumar hielo abundante a la licuadora.
Tips
Utilizar edulcorante en lugar de miel o azúcar para reducir las calorías de la limonada.
Añadir una pizca de sal marina para realzar los sabores cítricos y herbales de la limonada.